Sectores como el productivo y exportador están preocupados por las decisiones que puedan salir de las mesas técnicas instaladas entre el Gobierno y el movimiento indígena. Felipe Ribadeneira, presidente de Fedexpor, expresó su deseo de ser incluidos en los diálogos para que se eviten tomar medidas “populistas” que perjudiquen, aún más, la reactivación económica.

Felipe Ribadeneira, presidente ejecutivo de Fedexpor. Foto: Archivo / NotiMundo

En Notimundo al Día, Felipe Ribadeneira, presidente de la Federación Ecuatoriana de Exportadores (Fedexpor), señaló que el deseo de formar parte de las mesas técnicas que lleva adelante el Gobierno y el movimiento indígena, responde a la crítica situación por la que atraviesa este sector luego de los 18 días de paro nacional. Resaltó que no es lo mismo el proceso de reactivación de este año, que la de 2019, cuando se vivió otro estallido social.

Esto debido a que hubo una pandemia de por medio, que también generó cuantiosas pérdidas económicas, además de la crisis logística que aún persiste. Otro inconveniente es la apreciación del dólar, lo que ocasiona que las exportaciones resulten más costosas. «Nos tomará de 3 a 4 meses recuperar la capacidad productiva», explicó Ribadeneira, por efecto de los ataques a la propiedad privada, destrucción de sistemas de riego e interrupción de ciclos productivos agrícolas, durante la jornada de movilizaciones.

Ribadeneira lamentó que sectores como el floricultor tendrá una caída entre 6% y 7% en las ventas, lo cual sumado a la guerra entre Rusia y Ucrania complica el panorama, pues se incrementan los costos en varios productos. En ese contexto, resaltó que los diálogos entre el Gobierno y la Conaie deben desarrollarse con responsabilidad para no seguir afectando a los sectores productivos, sino que, por el contrario, se estimule su reactivación. «Hemos pedido ser incluidos y seguramente no lo vamos a conseguir, pero teníamos la responsabilidad de hacerlo», enfatizó.

La preocupación se incrementa por las peticiones que tienen tintes políticos e ideológicos, con lo que podrían tomarse medidas populistas por parte del Gobierno, que, a su parecer, ha hecho un buen papel en cuanto a la búsqueda de nuevos mercados. «En los acuerdos comerciales los que más se benefician son los productos agrícolas», indicó.

Ribadeneira consideró que se deben tratar los temas de las mesas técnicas con precaución, para que no se ponga en riesgo la expectativa de la agenda comercial. Por otro lado, lamentó que «Ecuador y nuestros productos tienen protegidos 4 de 10 dólares que se exportan», a diferencia de países vecinos, donde 9 de cada 10 dólares están respaldados. El temor del sector es que se rompa la estructura competitiva actual y se incrementen costos innecesarios «para un sector que ya está golpeado».

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