Yánez explicó que el tráfico vehicular que se genera por la falta de respeto de los ciudadanos a las intersecciones provoca que los desplazamientos en la ciudad sean mucho más caóticos.
A su criterio, esto refleja que la capital no estaría lista para una evacuación masiva en caso de que ocurra una catástrofe. «Tenemos cero planes de contingencia para evacuación y no existe una política de gestión de transporte que permita tener alternativas», lamentó.
Es precisamente ese plan de movilidad el que permitiría gestionar el tráfico por parte de los Agentes Metropolitanos de Tránsito, en las intersecciones que más carga vehicular concentran. Además, la situación también demuestra que Quito no tiene una red secundaria de electricidad para este tipo de eventos. La ciudad debería contar con este sistema, que permita controlar los semáforos de forma independiente.
Algo a corto plazo podría ser que los semáforos cuenten con paneles solares, para así garantizar su funcionamiento y evitar el caos provocados por los vehículos.
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