La central hidroeléctrica más costosa del país y una de las más importantes en Latinoamérica está en riesgo, según un informe de técnicos especializados. Coca Codo Sinclar, obra emblemática del correísmo, atraviesa por una crítica situación, manifestó Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.

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En Notimundo al Día, Fernando Villavicencio, presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, explicó que Coca Codo Sinclair se constituye como la mayor central hidroeléctrica y por ello la preocupación de lo que sucede actualmente, con la presencia de cerca de 8.000 fisuras en los distribuidores que transportan el agua para la generación de energía eléctrica.

El legislador recordó que esta obra, lamentablemente, tampoco estuvo exenta de polémicas y presunta corrupción, pues el contrato se suscribió en un inicio por USD 1900 millones, pero a la fecha, sumado los costos de las líneas de transmisión, la cifra asciende a los USD 3300 millones, lo que la convierte en la obra más costosa en la historia del país.

Villavicencio señaló que dos grandes amenazas ponen en riesgo a la hidroeléctrica: las fallas estructurales, que son responsabilidad directa de Sinohydro, y la erosión regresiva del río Coca. Por ello, recordó que en días envió al presidente de la República, Guillermo Lasso, un informe reservado al que tuvo acceso, suscrito por los más importantes técnicos que tienen a cargo el proceso de operación de Coca Codo Sinclair, el cual es «muy grave».

El criterio de los especialistas de la empresa Tüv Süd, contratada por Sinohydro, señala que Ecuador no debería recibir de forma definitiva la central en los términos en los que se encuentra.

«Existen 8.000 fisuras de origen» indicó Villavicencio, y recordó que desde 2013 se advirtió que el acero fabricado en China para montar los ocho distribuidores presentaba fallas de origen, responsabilidad que recaería sobre el exvicepresidente Jorge Glas, quien estaba al mando de los sectores estratégicos. Otra irregularidad fue que, aun sabiendo las fallas existentes, se permitió el montaje de los equipos. Asimismo, denunció que desde 2015, Sinohydro ha ido «a escondidas» reparando las fisuras, pero reaparecen de forma más pronunciadas.

Una de las soluciones sería el desmontaje de la casa de máquinas de la central e instalar nuevos distribuidores, «así de grave es la situación», apuntó Villavicencio. Anunció que «en los próximos días el país podrá tener un nuevo informe, al estilo Petrochina y Alex Saab, sobre Coca Codo Sinclair».

Finalmente, advirtió que este es un caso de corrupción progresiva, por el hecho de haber adjudicado la obra ‘a dedo’ y por el sobreprecio de más de USD 1300 millones, además de las fallas de origen.

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