Con el primer giro de la Unidad de Generación 3 iniciaron ayer las pruebas en la hidroeléctrica Sopladora, ubicada en el límite provincial de Azuay y Morona Santiago, entre los cantones Sevilla de Oro y Santiago de Méndez.

El proyecto, de 487 MW de potencia, es el tercero del complejo hidroeléctrico del río Paute y capta las aguas turbinadas de la Central Molino. La obra registra un avance de 98%.

Está previsto que entre en operación a finales del próximo mes y cubrirá el 13,9% de la demanda nacional de electricidad. El proyecto está conformado por una conexión directa entre los túneles de descarga de la Central Molino y el sistema de carga del Proyecto Sopladora.

La conexión directa consta de un túnel de derivación de flujo que comunica con dos túneles de descarga hacia una cámara de interconexión subterránea. Allí se proveerá el volumen necesario para garantizar el ingreso de 150 m3/seg para el funcionamiento del sistema de generación que consta de 3 turbinas Francis de 165.24 MW, alojadas en la casa de máquinas subterránea.

La obra es considerada como emblemática. Aportará una energía media de 2.800 GWh/año, que contribuirá a la autonomía energética, remplazará la generación térmica y reducirá las emisiones de CO2 en aproximadamente 1.09 millones de toneladas al año. Además contribuirá a la generación de empleo. Hasta la fecha ha creado 3.258 fuentes de trabajo directo. Adicionalmente beneficia a más de 15.000 habitantes.

El vicepresidente, Jorge Glas, junto con el ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, y del Interior, José Serrano, autorizaron la apertura de la válvula. Eso permitió el ingreso del agua, lo que a su vez dio inicio al giro del rotor.

Un ahorro de $ 200 millones representará para el país el funcionamiento de esta obra, cuya inversión alcanza los $ 755 millones en construcción y equipamiento. “Es decir que en 4 años habremos recuperado totalmente la inversión y tendremos energía para sostener nuestro modelo de desarrollo sin contaminar el medio ambiente”, dijo Glas.

Sopladora es uno de los ocho proyectos hidroeléctricos que construye el Gobierno. Cuando todos funcionen el 93% de la energía de Ecuador será producida por el agua.

Pablo Guzmán, gerente encargado de Celec EP Hidropaute, que estuvo a cargo de la construcción, señaló que la comprobación del sistema hidráulico es la primera fase de pruebas. Paralelamente se realizará la integración eléctrica y electrónica y luego se desarrollarán las pruebas de generación. “Hay una serie de componentes que hay que ir probando”.

El proyecto está compuesto por tres turbinas, cada una generará 162 megavatios. Las pruebas en cada una serán secuenciales. Guzmán detalló que el sistema electromecánico tiene un avance de 97% y la parte civil un 99%.

La construcción inició en abril de 2011 y de acuerdo con el ministro Esteban Albornoz, en el proyecto han trabajado más de 3.000 ecuatorianos. “A nivel de todos los proyectos hidroeléctricos son más de 20.000 trabajadores”, dijo.