El tiempo contestará si fue o no adecuado ese modelo. Suecia rechazó confinar a su población al considerar que las medidas drásticas no son eficaces.

Créditos: El Universo

Las medidas relajadas en Suecia, admiradas por unos países y vistas con recelo por otros, se han tornado más estrictas luego de que aumentara esta semana la cifra de muertos y luego de que el Parlamento autorizara más restricciones.

Suecia superó oficialmente los 3000 muertos y más de 26 000 contagiados por el nuevo coronavirus, anunciaron el último jueves las autoridades sanitarias.

Las cifras que treparon nuevamente a partir del 5 de mayo hacen pensar que tal vez la estrategia del epidemiólogo Anders Tegnell pudiera no ser tan efectiva.

Sin embargo, Tegnell, el arquitecto de la política contenciosa de no bloqueo, cree que la estrategia única de Suecia para lidiar con el coronavirus asegurará que solo tenga una segunda oleada de casos, a diferencia de otros países, que podrían verse obligados a volver al bloqueo. Él ha estimado que el 40 por ciento de las personas en la capital, Estocolmo, sería inmune a COVID-19 a fines de mayo, lo que le da al país una ventaja contra un virus con el que » vamos a tener que vivir por mucho tiempo »

“En otoño habrá una segunda ola. Suecia tendrá un alto nivel de inmunidad y el número de casos probablemente será bastante bajo «, dijo Tegnell al Financial Times. “Pero Finlandia tendrá un nivel de inmunidad muy bajo. ¿Tendrá Finlandia que volver a un cierre completo?, cuestionó sobre sus vecinos.

Responsabilidad ciudadana

El país de 10,3 millones de habitantes tomó medidas menos drásticas que sus vecinos para contener la propagación de la pandemia, pero según la agencia de sanidad pública, Suecia todavía tiene capacidad para atender a los enfermos.

«Las curvas muestran que, en gran medida, hemos logrado mantener la enfermedad bajo el umbral de lo que pueden gestionar los servicios de sanidad», dijo el epidemiólogo Anders Tegnell en una rueda de prensa.

Desde que empezó la crisis sanitaria 1645 personas entraron en cuidados intensivos.

Las escuelas primarias y secundarias, los restaurantes, las cafeterías y las tiendas están abiertas en su mayoría en Suecia, y las autoridades sanitarias dependen del distanciamiento social voluntario y las personas que optan por trabajar desde casa.

Las escuelas para mayores de 16 años y las universidades están cerradas y las reuniones de más de 50 personas están prohibidas, así como las visitas a las residencias de ancianos y pide «responsabilidad» a los ciudadanos para que sigan las recomendaciones sanitarias.

Fuente: El Universo – Nota original: aquí