“Es un momento sumamente crítico porque los rumores, las amenazas de bombas generan preocupación, problemas para el sector productivo”, dijo Franklin Arroyo, presidente de la Federación de Cámaras de la Producción de Esmeraldas, al describir la situación económica que atraviesa el cantón San Lorenzo, tras los últimos acontecimientos registrados en la frontera norte.

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Las declaraciones las hizo después de una reunión que mantuvieron varios representantes del sector productivo de la zona de frontera con la ministra de Industrias y Productividad, Eva García, en el Palacio de Carondelet.

Arroyo sostuvo que son necesarios los controles que se hacen, aunque eso, de todos modos, retarda la llegada de proveedores y trabajadores, factor que también afecta a las industrias de la zona.

En los últimos meses, según Arroyo, las ventas han bajado en un 40 % porque hay temor y en el sector productivo el impacto tal vez es menor a ese porcentaje.

En tanto, Flavio Paredes, representante del sector palmicultor en San Lorenzo, sostuvo que la paralización en el sector comercial es de un 60 % y esto puede derivar en un incremento de la delincuencia.

“Queremos respeto, que nos dejen trabajar… Este es un momento de mucha dificultad, hay miedo y zozobra”, enfatizó.

Paredes vive en San Lorenzo y aseguró que en el pueblo los restaurantes y comercios están cerrados, el comercio en frontera ya no existe porque todo está militarizado y por ello piden reactivación al Gobierno.

“Pedimos seguridad para que los trabajadores puedan transitar por las carreteras, llegar a los sitios de trabajo”, agregó.

Paredes habló de una ayuda integral en educación y salud: la creación de un centro técnico para insertar a la juventud y atención de salud más cercana, pues el sector palmicultor aporta al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) con normalidad, pero tienen que hacerse atender en Quito o Ibarra. Solo en la palma existen cerca de seis mil trabajadores.

Richard Martínez, presidente del Comité Empresarial Ecuatoriano, también asistió a la reunión, y a su salida expresó que al Estado le corresponde garantizar la seguridad en el sector y que, en este momento, más que pensar en invertir se debe pensar en mantener la inversión ya existente.