Las viejas prácticas de la política parecerían estar todavía vigentes en el ‘Nuevo Ecuador’. Hugo Landívar, integrante de la terna enviada por la Corte Nacional de Justicia (CNJ) para presidir el Consejo de la Judicatura (CJ) perteneció, hasta la semana pasada, a la directiva del partido político del presidente Daniel Noboa, ADN.
Pablo Encalada, abogado penalista, recordó que el período de los vocales del CJ culmina en enero de 2025, luego de una etapa «bastante accidentada», donde los funcionarios que terminan las labores son distintos a los que empezaron. «Como nunca antes, ha tenido una gran inestabilidad el CJ», acotó.
Aunque reconoció que es obligación de la CNJ enviar su terna al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), para que se nombre a su delegado en el CJ y que -además- presidirá el organismo, cuestionó que en la terna esté alguien cercano al Gobierno de Daniel Noboa.
Para Encalada, cuando un político llega al poder piensa que «la gente es estúpida», pues, en este caso específico, se cree que con la renuncia de Landívar al buró político de Noboa ya no existe un conflicto de intereses para el cargo al que se apunta. «Para ejercer la presidencia del CJ hay que, por lo menos, parecer imparcial», agregó.
Trajo a colación el caso del entonces presidente de la Judicatura, Gustavo Jalkh, que por más capacidad que hubiese tenido para presidir el organismo, existía un evidente conflicto de intereses, pues antes de llegar al cargo era secretario particular del expresidente Rafael Correa.
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