Nadie duda que las tecnologías de la información y la comunicación están transformando la forma en que las personas trabajan y las empresas funcionan, pero ¿qué repercusiones tendrán los cambios impulsados por digitalización de los negocios? y ¿cómo perfilarán los puestos de trabajo del futuro?
Corine Vives es gerente general de Avanade España (www.avanade.com/es), una empresa multinacional con presencia en más de veinte países, especializada en servicios digitales innovadores y soluciones de negocio, fundada por Accenture y Microsoft, quien analiza para Efe la actual transformación digital.
«Los cambios impulsados en las organizaciones por la digitalización repercuten significativamente en la forma en la que todos trabajamos y nos relacionamos con compañeros de trabajo y proveedores, e incluso con la familia y amigos», asegura Vives a Efe.
Vives señala que, aunque las industrias o sectores que están llevando a cabo esta transformación digital de los negocios (como los sectores de venta al por menor, banca y servicios) lo hacen a ritmos diferentes, este proceso «está impactando positivamente en las empresas y sus empleados».
«Al favorecer la colaboración y mejorar el acceso a la información, las organizaciones son capaces de involucrar, comprometer y fortalecer a sus empleados, lo que mejora de manera integral los resultados de la empresa», destaca.
Información omnipresente
Según esta experta, el uso de las tecnologías inteligentes en el puesto de trabajo ha modificado radicalmente la manera en la que trabajamos.
«Ahora los empleados de la mayoría de organizaciones tienen acceso a la información empresarial desde cualquier dispositivo, en cualquier lugar y momento para realizar su trabajo, y disponen de herramientas y aplicaciones ligadas a las funciones específicas que desempeñan que facilitan la movilidad, la colaboración y la innovación», precisa.
Según un estudio de Avanade de 2016, un 63 % de las organizaciones a nivel global experimentan algunos beneficios de la digitalización en el puesto de trabajo, como aumento de los ingresos empresariales, incremento de la eficiencia o satisfacción de los empleados y del cliente.
«Además de estos cambios en el puesto de trabajo, las tecnologías inteligentes también están marcando el comienzo de una serie de retos éticos para los líderes de negocio», de acuerdo a Vives.
Para entender esta cuestión, esta experta sugiere considerar estos posibles escenarios: «¿Se sentiría cómodo si su proveedor del seguro para el automóvil usase tecnologías digitales para alertar a la policía cuando tenga un accidente?, ¿o si su calendario de trabajo reprograma su próxima reunión porque va a llegar tarde?
Según Vives, las tecnologías inteligentes permiten alcanzar un grado de automatización y de puntos de vista que no eran posibles hace unos años, «pero también pueden crear dilemas morales y humanos para los que trabajan con ellas».
«Nuestro estudio revela que el 55 % de las personas se ha encontrado con dilemas éticos en su puesto de trabajo causados por el uso creciente de estas tecnologías, y que el 84 % de las empresas prevé invertir más recursos para solucionar los problemas de la tecnología y la ética en los próximos cinco años», explica la experta.
Según Vives, crear un puesto de trabajo digital no significa simplemente implantar las últimas herramientas y aplicaciones tecnológicas, ya que para aprovechar sus beneficios, las organizaciones «necesitan crear un contexto inteligente alrededor de los empleados».
Puesto de trabajo inteligente
«Un verdadero puesto de trabajo digital ofrece a los empleados acceso a la información empresarial desde ordenadores, celulares y tabletas electrónicas, en cualquier lugar y en todo momento, ofreciendo una experiencia de usuario unificada en todas las plataformas y capacidades de colaboración, tanto con clientes como con otros empleados», señala.
Asegura que este nuevo enfoque, «no solo aumenta la productividad de los empleados, sino que también fomenta la innovación a través de nuevas formas de trabajo, reduce los costes y mejora el servicio al cliente final».
«Aunque estos cambios puedan parecer amenazantes para algunos, los humanos son y serán necesarios para que un entorno de trabajo digital sea exitoso, y estamos ante el inicio de una época emocionante en la que las tecnologías se vuelven más inteligentes y nos liberan para trabajar en iniciativas más estratégicas, que aportan valor, ingresos y satisfacción laboral».
«En la era digital, una fuerza de trabajo no solo se compone de empleados, sino también de información, datos, equipos informáticos y software, una combinación que permite automatizar muchos procesos manuales y transaccionales que ahora realizan los empleados, y que podrán centrarse en temas más crÌticos o de mayor valor, y en fomentar la innovación», explica.
Según una encuesta global encargada por Avanade muchos de los adolescentes de hoy día ocuparán en el futuro puestos de trabajo que no existen en la actualidad.
«En el futuro, los roles en áreas como la seguridad y la gestión de la identidad serán más frecuentes, y se crearán nuevas funciones y puestos, como, por ejemplo, un responsable de ayudar y aconsejar a la compañía a abordar consideraciones éticas que surgen del uso de las tecnologías digitales», asegura Vives a Efe.
«Además, los responsables de tecnología y marketing, y otros líderes de negocio, están creando alianzas más fuertes para ayudarse mutuamente a adaptarse a esta nueva era laboral, y compartir una visión unificada con el objetivo de ofrecer herramientas y aplicaciones digitales exitosas que apoyen el negocio», concluye la experta.