«Murió como un perro. Murió como un cobarde. El mundo es ahora un lugar mucho más seguro», manifestó Trump en la Casa Blanca, después de que se reportara una redada contra un «objetivo del Estado Islámico de alto valor», realizada la noche del sábado en la localidad de Barisha, fronteriza con Turquía.
Fuerzas especiales estadounidense habían detectado el refugio del líder del grupo terrorista y mantuvieron una vigilancia del sitio hasta que se aprobara la operación militar por parte del gobernante.
Al Baghdadi fue acorralado en un túnel sin salida, donde accionó un chaleco explosivo. En el estallido, según fuentes estadounidenses, fallecieron tres niños y dos de las esposas del jefe del EI.
El mandatario estadounidense detalló que mediante video en vivo observó toda la operación de las Fuerzas Armadas y le pareció como “si estuviera viendo una película”.
El Pentágono indicó que no se produjo ninguna baja en la incursión en la que murieron otros nueve seguidores del líder de Estado Islámico. Trump, además, alabó la cooperación de Rusia en esta maniobra, pues le cedió espacio aéreo para la incursión de aeronaves militares.
Ocho helicópteros y un avión de combate realizaran intensos bombardeos durante cerca de dos horas contra posiciones en la zona del EI, mientras los combatientes respondían al fuego con armas pesadas.
Su muerte lo convierte en el líder terrorista de más alto rango eliminado o capturado por EE.UU. desde que Osama bin Laden fuera abatido en el 2011.
Fuente: El Telégrafo, nota original aquí: LINK