El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recompensó el apoyo que recibió de un controvertido sheriff negro ultraconservador y lo nombró en un puesto clave del departamento de Seguridad Interior.

El Telégrafo

David Clarke, quien se convierte en uno de los adjuntos del ministro John Kelly, anunció el miércoles su nombramiento en una radio de Wisconsin, el estado de la región de los Grandes Lagos, donde se hizo célebre.

Clarke, a menudo con un sombrero de cow-boy en su cabeza, se encontró recientemente en dificultades a causa de que un hombre que sufría problemas mentales murió de «deshidratación aguda» en una prisión de Milwaukee bajo su responsabilidad.

Al detenido, de 38 años, considerado demasiado ruidoso por sus guardianes, se le cortó deliberadamente el agua durante 7 días en su celda.

El escándalo no impidió la promoción del sheriff Clarke, quien apoyó fervientemente a Donald Trump durante la campaña de la elección presidencial, y por eso se le concedió el honor de expresarse durante la convención de investidura republicana.

Este negro ultraconservador defiende una promesa emblemática del presidente: la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

David Clarke también es conocido por sus intervenciones en la cadena Fox News y en la tribuna de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el primer lobby de defensa de las armas.

Critica regularmente a la organización Black Lives Matter (‘Las vidas de los negros importan’), un movimiento de denuncia de los abusos policiales.