El conflicto ha provocado decenas de civiles muertos y obligó a huir a cientos de miles de personas y las sanciones contra Rusia por lanzar la ofensiva han colocado a Moscú como un paria entre los países occidentales y sus aliados.
El despacho del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, informó que una delegación de su país se reunirá con representantes rusos en la frontera con Bielorrusia, un país desde donde Moscú lanzó la ofensiva contra Ucrania.
La reunión tendrá lugar en la región del río Prípiat, cerca de la zona de exclusión de la siniestrada central nuclear de Chérnobil.
“La delegación ucraniana se entrevistará con la (delegación) rusa sin fijar condiciones previas”, declaró la presidencia, tras una mediación del mandatario bielorruso, Alexander Lukashenko.
Pero el canciller de Ucrania advirtió que su país no va a “capitular”.
Más temprano las fuerzas ucranianas afirmaron que lograron repeler el embate de las tropas rusas contra Járkov, la segunda ciudad más importante de Ucrania.
A medida que varios países occidentales anunciaron envíos de ayuda y armamento para Ucrania y amenazaron con endurecer las sanciones decretadas contra Rusia tras la invasión, Putin ordenó al ministro de Defensa y al jefe del Estado Mayor que pongan las fuerzas de disuasión nucleares del ejército “en alerta”, lo cual Kiev denunció como una presión.
Desde que comenzó la invasión Ucrania reportó 198 muertes de civiles, incluyendo tres niños.
Por su parte el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU informó de 240 civiles heridos y 64 muertos.
En Kiev, los habitantes resistían a los embates de las bombas entre el miedo, el encierro en los refugios antiaéreos y el agotamiento.
Las calles de la ciudad estaban vacías, a excepción de los pocos civiles que se atrevieron a salir a intentar comprar alimentos, a veces sin éxito.
Zelenski informó que la noche del sábado al domingo fue “dura” y denunció que los bombardeos rusos atacaron zonas residenciales.
Bloqueo aéreo a los aviones rusos
Pese al aluvión de ayuda militar y humanitaria para Ucrania, y a las sanciones a las que este domingo su sumó la prohibición de sobrevolar el espacio aéreo de los principales países europeos para aviones y líneas aéreas rusas, no está en la mesa una intervención militar de los países aliados de Kiev.
En su mensaje del domingo, el papa Francisco, pidió que “callen las armas” y que se abran corredores humanitarios en Ucrania.
Un día después de que Berlín prometió enviar armamento para los ucranianos, el jefe del gobierno, Olaf Scholz, afirmó que el mundo entró “en una nueva era” tras la invasión rusa de Ucrania y anunció que su país aumentará su gasto militar a “más del 2%” de su PIB al año.
Además advirtió a Rusia que los aliados occidentales pueden imponer más sanciones contra Rusia, pero dejó una mano tendida y dijo que sigue abierto a las conversaciones con Rusia.
Járkov, en poder de los ucranianos, informaron autoridades
En Járkov, donde viven cerca de 1,4 millones de personas, un periodista de la AFP reportó en la mañana que resonaban las ráfagas de las ametralladoras, las explosiones de cohetes y había combates en las calles.
Pero durante la tarde, el gobernador de la ciudad, Oleg Sinegubov, informó que las fuerzas ucranianas lograron repeler a los rusos y tienen el “control” de la ciudad.
Por su parte, Moscú afirmó haber rodeado “totalmente” dos grandes localidades del sur de Ucrania, Jersón y Berdiansk, cerca de la península de Crimea, que fue anexada por Rusia en 2014.
Pero pese a las advertencias Rusia lanzó la orden a sus fuerzas de avanzar en “todas las direcciones”, pero sus soldados encuentran una tenaz resistencia de los ucranianos.
El domingo el Estado Mayor de Ucrania dijo que las autoridades están pidiendo que cualquier extranjero que desee puede desplazarse al país y “luchar codo a codo con los ucranianos contra los criminales de guerra rusos”.
Fuente: El Universo – Nota original: LINK