Falta de medicinas y equipos causaron 4858 muertos. Se sospecha que haya más contagiados.

Créditos: EFE

Lo peor que temían los venezolanos ha ocurrido. La pandemia del coronavirus que ha puesto en alerta a casi todos los países de Sudamérica también llegó a Venezuela y ha desatado el pánico en el país, al que la Organización Panamericana de la Salud había enviado una misión de expertos porque su sistema de salud es muy vulnerable.

Médicos, enfermeras y trabajadores de la salud están preocupados en Venezuela y en los últimos días han realizado protestas para alertar que el sistema sanitario del país no está preparado para enfrentar el coronavirus, que ya suma más de 150 000 casos y 5000 muertos en el mundo.

El régimen de Nicolás Maduro decretó el Estado de alarma constitucional con una serie de medidas para evitar la propagación del virus, que no calma a la población. El líder chavista dijo que no se permitirá el ingreso al metro y al ferrocarril a personas que no tengan mascarillas.

En las calles, la realidad del país sumido en una severa crisis y en el que el sistema hospitalario se derrumba, es otra.

El anuncio del chavismo de los dos primeros contagios provocó desesperación entre los venezolanos que se lanzaron en busca de mascarillas, alcohol, gel antibacterial o vitamina C, que se agotaron en poco tiempo en tiendas o farmacias.

Días antes, el presidente de la Federación Médica Venezolana, Douglas León Natera, había dicho: “Quiera Dios que no llegue” el coronavirus al país donde hay hambruna, donde la desnutrición es mayor de lo que se cree, con “niños raquíticos o niñas de 11 años pariendo niños desnutridos”. “Tenemos un campo fértil para una infectación fatal. En clínicas y en hospitales los médicos estamos muy preocupados”, había dicho a medios venezolanos.

En Venezuela, donde se registraron 320 000 casos de malaria en 2019 y la enfermedad ya es endémica, León Natera expuso casos dramáticos como el del estado de Bolívar, en donde, además de la malaria que representa el 80 % del total de los casos, también hay difteria y tuberculosis, enfermedades que ya se habían erradicado en 1960 y han reaparecido.

“Todos los años tenemos unos 4000 nuevos casos de tuberculosis pulmonar… el único lugar del cuerpo donde ahora no hay tuberculosis es en el cabello”, señaló el médico.

Un informe de Naciones Unidas del 2019 reveló que encontró “carencias del 60 al 100% de fármacos esenciales en cuatro de las principales ciudades de Venezuela, incluyendo Caracas.

El estudio indicó que la situación es grave, con deterioro de la infraestructura de la atención a la salud, el éxodo de médicos, personal de enfermería y graves carencias en la atención médica básica y de medicinas.

Otra investigación, Encuesta Nacional de Hospitales 2019, de la Organización Médicos por la Salud, reveló la severa crisis en los hospitales más importantes de Venezuela. Las fallas en el servicio de agua afectaron al 78% de esos centros médicos, mientras el 63 % reportó fallas en la energía eléctrica.

En un artículo en el diario Tal Cual, Sigfrido Boccanegra dijo que ninguno de los 331 centros de salud catalogados como hospitales existentes en el país cuenta con una sala de aislamiento. La atención de los posibles contagiados del virus se hará en áreas no aptas según normas internacionales, refirió al agregar que a muchos hospitales no han llegado “ni siquiera las mascarillas, mucho menos insumos básicos” y el personal no ha recibido información sobre el protocolo a seguir.

“Nosotros estamos en una declaración de emergencia sanitaria desde hace años y tenemos una debilidad de infraestructura a nivel de salud”, apuntó la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, María Graciela López.

La dirigente alertó de que se habían realizado unas 100 pruebas ante sospechas de COVID-19, antes del anuncio sobre los primeros casos. “Es probable que tengamos el virus circulando, lo que falta es la confirmación de estos casos”.

Los hospitales están sin medicamentos, sin insumos, muchos sin agua, con apagones eléctricos, no hay salubridad, no hay detergentes, estamos expuestos al riesgo de una manera demasiado aguda”.

Fuente: El Universo – Nota Original: aquí