Los primeros nueve animales en recibir una vacuna contra el COVID-19 específica para ellos fueron cuatro orangutanes y cinco bonobos, también llamados chimpancés pigmeos. Además planea inmunizar “pronto” a otros tres bonobos y un gorila.
Esta noticia llega después de que a mediados de enero el zoológico informara que ocho gorilas de ese centro habían desarrollado la COVID-19, después de estar expuestos a un cuidador que estaba enfermo, que no presentaba síntomas y usaba equipos de protección para trabajar.
“Eso nos hizo darnos cuenta de que nuestros otros simios estaban en riesgo. Queríamos hacer todo lo posible para protegerlos de este virus porque realmente no sabemos cómo los va a afectar”, señaló Nadine Lamberski, directora de Conservación y Salud de la Vida Silvestre del San Diego Zoo Wildlife Alliance, al periódico local San Diego Tribune.
Esas especies, junto con los chimpancés, son los primates más cercanos a los humanos, lo que los pone en riesgo de contraer un virus que se ha propagado rápidamente de persona a persona.
Según la revista National Geographic, una orangután llamado Karen, que hizo historia en 1994 como el primer simio del mundo en someterse a una cirugía a corazón abierto, fue uno de los que recibió la vacuna en el centro de conservación de San Diego.
El mes pasado, Karen, junto con otros tres orangutanes y cinco bonobos en el zoológico, recibieron dos dosis cada uno de la vacuna, que fue desarrollada por la compañía farmacéutica veterinaria Zoetis y se encuentra actualmente en fase experimental.
“Esta no es la norma. En mi carrera, no he tenido acceso a una vacuna experimental tan temprano en el proceso y no he tenido un deseo tan abrumador de querer usar una”, clarificó Lamberski a National Geographic, que fue el primer medio en informar de la vacunación de los grandes simios.
En todo el mundo también se han confirmado infecciones de covid-19 en perros, gatos, visones, tigres, leones y otros animales, aunque los grandes simios, por su proximidad con los humanos, son una preocupación particular entre los conservacionistas.
Todas las especies de gorilas figuran como “en peligro” o “en peligro crítico” en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con la “susceptibilidad a las enfermedades” como una de las principales amenazas.
De acuerdo a los expertos, las infecciones se propagan “rápidamente” entre los animales, que viven en grupos familiares cercanos.
Fuente: El Universo – Nota Original: LINK