Ha sido un año atroz para Latinoamérica.
Excepto por un importante repunte de última hora, el 2015 será el peor año para la región desde la recesión mundial del 2009, cuando la economía de la región se contrajo un 1,2%.
América Latina es sin duda la región que peor desempeño mostró este año entre todas las regiones en desarrollo también… incluyendo al Sudeste Asiático, Medio Oriente, África subsahariana y Europa oriental.
Se espera que todas esas regiones crezcan este año mientras que Latinoamérica se contraerá un 0,2 %, según las estimaciones del FMI.
Los problemas de la región son impulsados ââen gran medida por los errores garrafales de Brasil, la mayor economía de América Latina y una que está enfrentando una enorme recesión.
Brasil enfrentó la última ola de malas noticias hace pocas semanas: la inflación alcanzó un máximo de 10% en 12 años. Otros indicadores, como el sector de la manufactura y el gasto del consumidor sugieren que su recesión solo ha empeorado este otoño… una señal sombría para el crecimiento global de América Latina.
«América Latina es claramente la más débil (en los mercados emergentes) y probablemente seguirá siendo así el próximo año», dice Paul Christopher, estratega en jefe de mercados mundiales del Instituto de Inversiones Wells Fargo.
Otros actores de la región tampoco están ayudando. Venezuela también está en medio de su peor recesión en 70 años y Argentina apenas está creciendo, en parte debido a su incumplimiento hace más de una década y el hecho de que no ha resuelto sus problemas con los fondos de cobertura de Wall Street que son dueños de su deuda.
Brasil, Argentina y Venezuela constituyen la mitad de la economía de la región.
Otros países como Colombia, México, Chile y Perú han obtenido mejores resultados. De hecho, México reportó un sólido crecimiento económico del 2,6% el viernes, un poco mejor que las expectativas.
Sin embargo, México y otros han sufrido la desaceleración de la economía china, la cual dio lugar a que los precios de las materias primas para metales, alimentos y petróleo colapsaran.
Hace una década, todos estos países se beneficiaron del auge económico de China y de la posterior recuperación de los precios de las materias primas. Las luchas que actualmente enfrenta Latinoamérica se deben, en parte, a que sus gobiernos fracasaron en diversificar sus economías cuando los tiempos eran buenos, dice Christopher.
Brasil personifica los momentos difíciles que enfrenta la región… ha aumentado considerablemente sus exportaciones y su dependencia de China durante la última década. Aunque su economía es más diversa que otros, Brasil sigue dependiendo en gran medida de los productos básicos.
A medida que los precios de materias primas comenzaron a caer el año pasado, también se empezó a desentrañar el mayor escándalo de corrupción de Brasil. La investigación en curso sobre la compañía petrolera estatal Petrobras dio lugar a que los brasileños exigieran la destitución de la presidenta Dilma Rousseff.
Rousseff se ha mantenido en el cargo, pero los inversionistas se han retirado de Brasil… el índice bursátil del país, Bovespa, se ha reducido en un 3,7% este año.
Sin embargo, existen un par de aspectos positivos.
En primer lugar, Argentina eligió a Mauricio Macri como su próximo presidente. Él ha prometido que aprobará grandes reformas económicas y le pondrá fin a la lucha de hace mucho tiempo que Argentina ha tenido con los fondos de cobertura de Wall Street.
En segundo lugar, la caída del valor de muchas monedas latinoamericanas podría hacer que sus exportaciones sean más atractivas. Pero podría pasar años antes de que veamos los beneficios derivados de una moneda más barata.
Los expertos dicen que lo peor ya ha sucedido y que el próximo año será mejor para América Latina… pero no por mucho.
«La economía ha bajado. Ha tocado fondo. Se está recuperando (ahora), pero el crecimiento será deprimido por las normas anteriores», dice Neil Shearing, economista en jefe de mercados emergentes de Capital Economics.