Según Cárdenas, los sectores más propensos para incendiarse son: San José de Minas, Puéllaro y el Atacazo. «Actualmente estamos en una fase de control uno que incluyen ocho brigadas para atender cualquier emergencia«, expresó el comandante.
En el 2018, Quito registró 830 hectáreas de suelos afectadas por los incendios. Por lo que este año se espera disminuir dicha cifra. «Hemos incluido 20 unidades polivalentes para atender a las zonas urbanas y rurales», sentenció Esteban Cárdenas, comandante del Cuerpo de Bomberos.