Según un censo de la Agencia de Comercio realizado en el 2017, en Quito operan 10 000 informales, de los cuales 3 000 no tienen permisos y el 50% de los 7 000 restantes no lo ha renovado. Es decir, cerca de 6 500 personas trabajarían en la calle sin autorización.
Carcelén, Carapungo, Cotocollao, la Amazonas, Naciones Unidas, La Marín, la Villa Flora, la Mariscal Sucre y el Centro Histórico son algunos de los sectores donde abunda el comercio no regularizado. El Municipio ha identificado al menos 38 puntos críticos.
Me parece inaudito que el esfuerzo enorme que hice para retirar 6000 vendedores ambulantes del Centro Histórico quede en nada por la decidía del Municipio para controlar la venta ambulante
— Roque Sevilla (@SevillaRoque) December 17, 2019
En NotiMundo Al Día, Roque Sevilla, exalcalde de Quito, sostuvo que hay que entender lo complejo cuál es la situación de todas las urbes del mundo, y específicamente la de Quito. Según Sevilla, existe un desplazamiento de población campesina (30% de los habitantes ecuatorianos) hacia la ciudad y que su forma de trabajo es la venta ambulante. Sin embargo, deben construirse espacios para que el centro histórico tenga calles libres, como lo hizo en su momento como alcalde de la capital.
.@SevillaRoque:” Se deben construir mercados cercanos donde la gente vive y se puedan distribuir los productos de manera ordenada. Cuando hay oportunidades, el control de la presencia de ventas en la calle debe ser drástico”. #NotiMundoAlDía
— NotiMundo (@notimundoec) December 19, 2019
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