Las cifras son alentadoras. El rastreo que el Municipio de Guayaquil realiza por sectores refleja una tendencia a la baja en casos de covid-19.
El plan, enfocado en prevenir rebrotes, se completó en dos de las 17 zonas identificadas como las más golpeadas en el pico de la pandemia.
“Hasta ahora los resultados nos indican que hay una estabilidad sostenida, con un descenso de casos. Es un alivio pero también un llamado a estar preparados en la captación temprana porque no podemos descartar la probabilidad de un aumento”, dijo Carlos Farhat, coordinador de la Dirección municipal de Salud.
La intervención comenzó el pasado miércoles 8 de julio del 2020 en la cooperativa Voluntad de Dios, en la parroquia Tarqui (noroeste). Allí las brigadas médicas evaluaron a 10 000 habitantes y detectaron 58 casos sospechosos.
Algunos fueron descartados al tratarse de cuadros gripales o dengue. Luego de la aplicación de pruebas rápidas, la cifra se redujo a 38 probables diagnósticos.
“Son probables por su sintomatología característica: fiebre, tos, decaimiento, diarrea, dolor de espalda, anosmia (pérdida olfato y gusto). Afortunadamente, todos son cuadros leves”, indica el epidemiólogo Farhat.
La confirmación se tendrá la próxima semana, cuando pasen por pruebas de PCR. Por ahora están en aislamiento en sus casas, al igual que sus contactos, bajo vigilancia de los líderes comunitarios. Su tratamiento lo cubre la Alcaldía que sumó a la medicación ivermectina, un fármaco para evitar la replicación del virus.
Casitas del Guasmo, en la parroquia Ximena (sur), es otra zona intervenida. Se identificaron solo cinco casos probables entre 1 000 evaluados. “Creemos que la parte más dura pasó en Guayaquil, pero no podemos descuidarnos. Debemos hacer una labor de bomberos: apagar conatos para evitar incendios”, añade.
Como línea de base, el Municipio realiza un conteo diario de casos reportados por sus unidades médicas en diferentes sectores. El balance de una semana refleja una mínima de 17 casos, una media de 22 y un máximo de 54.
“Esto nos indica que hay estabilidad”, señaló Farhat. El área aledaña a la 36 y Letamendi, en la parroquia Febres Cordero (suroeste), tuvo un devastador impacto entre marzo y abril. “Solo aquí murieron cerca de 25 vecinos. Fue angustiante”, recuerda Alejandro Calle, líder del barrio que da al estero Salado.
Ayer, 14 de julio, terminó la captación de probables casos en este sector, en 400 viviendas. Aunque el balance aún no está listo, Calle asegura que la incidencia es mínima.
“Fuimos tan golpeados que hemos tomado conciencia. Como líderes seguimos difundiendo el uso de mascarillas y el distanciamiento social”.
Esta extensa parroquia del oeste guayaquileño aún recuerda a quienes fueron arrebatados por la pandemia. Piedad Muñiz perdió a su madre y a seis vecinos solo en su cuadra, en las calles 26 y la F. En su memoria, el barrio tiñó sobre el asfalto una cruz blanca con sus nombres.
“Fue hace tres meses cuando fallecieron uno tras otro. La gente pasaba a diario con tanques de oxígeno, de un lado a otro; fue algo devastador y por eso mantenemos los cuidados”, dice Muñiz.
En esta semana, el Cabildo integrará a su plan otro sector de la Febres Cordero más el Fortín de la Flor (Tarqui). El abordaje incluye la instalación de una clínica móvil y una brigada de médicos que rastrea la aparición de síntomas asociados a coronavirus en los últimos siete días.
Cuando el levantamiento finaliza, un equipo monitorea los casos y contactos detectados en cada sitio. Guayaquil suma 11 342 casos de covid-19 desde el inicio de la emergencia, según el registro del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Cerca de 300 positivos fueron reportados en la última semana. El infectólogo Washington Alemán, quien lidera la mesa técnica de Salud ante el COE cantonal, coincide en que la situación es estable y desmiente los rumores de un posible rebrote para agosto.
“No es algo que se pueda predecir, no hay que crear alarma. Hay casos que son leves y están controlados, y no existe aumento de ellos en cuidados intensivos”, aclara el experto.
Según la Coordinación zonal 8 del MSP, Guayaquil tiene un 65% de ocupación de camas en sus hospitales, por la atención a pacientes de otras provincias.
Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK