Williams Gordon, neurocirujano pediatra de la Maternidad Isidro Ayora de Quito, mantuvo una conversación con Andes en la que explicó cómo se desarrolla esta enfermedad y las posibilidades de que esta malformación esté relacionada con el zika.
En su consultorio, donde atiende a más 40 bebés diarios que sufren de distintas enfermedades neurológicas, Gordon señaló que todavía no existen estudios acertados sobre la relación del zika con las microcefalias pero que existe la posibilidad de que el virus sea una de las nuevas causas por las que se desarrolla esta enfermedad.
“La microcefalia es una malformación que existe hace mucho tiempo atrás, es cierto que en la actualidad estamos enfocados en el virus del zika pero creo que el tema se nos está yendo de las manos y a veces se exagera”, señaló el doctor que trabaja hace 18 años en la Maternidad Isidro Ayora, tiempo en el que ha atendido cientos de casos de microcefalia.
El médico explicó que entre las causas que pueden provocar esta malformación están el consumo de alcohol o drogas, la exposición a productos químicos, la contaminación del ambiente, o que las madres se hayan contagiado de enfermedades como la rubiola durante su etapa de gestación.
En este sentido dijo que para evitar estos problemas se recomienda que unos seis meses antes de embarazarse las mujeres tomen algunas medidas de precaución como dejar el alcohol, no estar expuestas a químicos y tomar ácido fólico ya que este es uno de los elementos más importantes para que el embrión se desarrolle con normalidad.
Existe un mayor riesgo en las adolescentes debido a que ellas tienen un organismo biológico que no está completamente maduro para el embarazo, lo que causa más complicaciones. Gordon aclaró que en el Isidro Ayora el 30% de embarazos son de adolescentes por lo que hay que tener más precauciones con ellas.
Según el experto, durante la concepción lo primero que se desarrolla en el bebé es el sistema nervioso. “La microcefalia se desarrolla hasta las 12 semanas, es decir, el primer trimestre es el más riesgoso para que se produzcan este tipo de malformaciones y muchas otras”, dijo.
La dimensión encefálica de un recién nacido a término normal es de 33 a 35 centímetros, todo lo que es menor a 33 cm es considerado como una microcefalea. Hay bebes que nacen con cabezas de 28, 27 y hasta 25 centímetros.
Un bebé con microcefalia tiene un cerebro totalmente dañado, en el que las funciones no se cumplen. El niño podrá realizar funciones básicas como moverse, succionar, llorar o reír pero no va a poder alcanzar las funciones mecánicas superiores como lo son el aprendizaje, el lenguaje, o la conciencia.
El especialista aclaró que las estadísticas muestran que hay bebes que pueden vivir hasta los 6 años o incluso más con esta afección, esto depende de la magnitud del daño cerebral y también de las patologías que acompañan la enfermedad. Además dijo que no existe un tratamiento preciso para esta enfermedad lo que se hace es tratar los déficits del bebé entre ellos déficits sicomotores, crisis convulsivas, entre otras, que son consecuencia del reducido cerebro que poseen.
A Gordon le parece importante informar de manera adecuada sobre las microcefalias porque se ha estado asustando a la gente con informaciones de que las mujeres no deberían embarazarse en estos meses para evitar el riesgo a un contagio de zika cuando lo correcto es explicar que deben prevenir la picadura del mosquito aedes aegypti y sobretodo mantener chequeos constantes durante su etapa de gestación, pues como mencionó hay muchas causas que provocan esta malformación, no solo este nuevo virus.
Sobre la discusión que se ha abierto, especialmente en Brasil, sobre si es preferible practicar un aborto si se conoce que el bebé nacerá con microcefaleia, el doctor argumentó que en Ecuador solo se permite un aborto en el caso de que el bebé no tenga posibilidades de vivir y una microcefalia si bien causa una deficiente calidad de vida permite que el pequeño viva.
En cuanto a estadísticas señaló que en el Isidro Ayora se presentan de 10 a 15 casos anuales de microcefalias por cada 10.000 nacidos vivos, una cifra que sobrepasa a las estadísticas internacionales que dictan que es normal que existan de 2 a 12 casos por 10.000 nacidos vivos.
“A veces superamos esa estadística. Solo por comentarle este mes de enero hubo dos casos de microcefalia, no se sabe si relacionados con el zika porque no tenemos esos estudios”, dijo Gordón que además concluyó que si aún no se conoce si el virus está relacionado con el aumento de microcefalias es un factor más que va a servir para prevenir esta situación.
Lo más recomendable para las mujeres que están embarazas es evitar viajar a las zonas en las que vive el mosquito transmisor y en caso de vivir ahí utilizar en todo momento repelente y ropa que cubra las extremidades. Asimismo es importante que mantengan los chequeos constantes con el médico y que tomen las vitaminas pertinentes para el buen desarrollo del bebé.