En Decisión Ecuador 2023, Adrián Castro, candidato a la Alcaldía de Cuenca, por la alianza Democracia Sí y Pachakutik, aseguró que la ciudad ha estado sumida en el caos durante 4 años debido a la improvisación de la actual administración, lo que ha derivado en que no sea tomada en cuenta como la tercera ciudad más importante del país.
Destacó el trabajo que hizo al frente de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) para desterrar la corrupción e incluso sufrió atentados contra su integridad física, por lo que insistió en que desea replicar el liderazgo que tuvo en la entidad, pero esta vez en su ciudad natal. Adelantó que su plan de trabajo está fundamentado en tres ejes: orden, que abarca la seguridad ciudadana, el buen uso del espacio público, y la movilidad. El segundo, se refiere a la solidaridad, donde se planea priorizar la salud para la población a través de la construcción de un hospital público. Y el tercero, es la productividad, para eliminar trabas municipales e impulsar la generación de empleo.
Criticó que varias obras que fueron ofrecidas por el actual alcalde, Pedro Palacios, que corre para la reelección, no se cumplieron. Por ello resaltó que sus propuestas están apegadas a la realidad de lo que se puede hacer durante los próximos 4 años. Añadió que no permitirá que Cuenca se caotice, en caso de que se lleven a cabo nuevas movilizaciones en contra del Gobierno.
De su lado, Pedro Palacios, candidato por Nueva Generación, reconoció que todavía existen inconvenientes respecto a la movilidad, pero destacó la puesta en funcionamiento del Tranvía, como una alternativa sostenible para el transporte en la ciudad. En cuanto a la seguridad, afirmó que se han fortalecido las competencias operativas de las instituciones de seguridad. «No simplemente entregamos patrulleros a la policía y cámaras al Ecu911, que es competencia del Gobierno Nacional, pero lo seguiremos haciendo», manifestó.
Aseguró que más del 90% de su plan de trabajo se cumplió durante la administración, por lo que, en caso de perder la contienda electoral, puede irse «con la conciencia tranquila». «Claro que falta mucho por hacer, pero afrontamos lo que se nos venga», apuntó.
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