2016 es ya el año más mortal para los inmigrantes que cruzan el Mediterráneo con destino a Europa, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

CNN

«Ahora podemos confirmar que al menos 3.800 personas han muerto, lo que convierte al 2016 en el año más mortífero», escribió William Spindler, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Twitter el miércoles.

Según ONU Radio, 3.771 personas perdieron la vida durante el año 2015, el número más alto registrado anteriormente.

«Este es el peor que hemos visto», dijo Spindler a periodistas en una sesión informativa el martes en Ginebra, Suiza, cuando se daba a conocer el triste récord.

«El alto número de pérdida de vidas llega a pesar de una gran caída generalizada en el número de personas que intentan cruzar el Mediterráneo a Europa este año».

Dijo que al menos 1,02 millones de personas hicieron la travesía en 2015, mientras que en lo que va de año lo hicieron 327.800.

«De una muerte por cada 269 llegadas del año pasado, en 2016 la probabilidad de morir se ha disparado a uno de cada 88», dijo Spindler.

En lo que se conoce como la ruta central del Mediterráneo, entre Libia e Italia, «la probabilidad de morir es aún mayor, una muerte por cada 47 llegadas,» dijo.

Libia es un popular punto de partida para los migrantes que tratan de llegar a Europa desde el norte de África. Las redes de contrabando están bien establecidas allí, y la falta de un gobierno central efectivo hace el trabajo de los traficantes más fácil.

ACNUR considera la ruta «extremadamente peligrosa debido a la alta mar, las fuertes corrientes y el clima severo», dijo Radio ONU.

Este año, aproximadamente la mitad de los que intentaron el viaje han tomado la ruta central del Mediterráneo, dijo Spindler.

También atribuyó el mayor número de muertos a los traficantes de personas «que utilizan buques de menor calidad, endebles balsas inflables que a menudo no aguantan el viaje».

Un acuerdo en marzo entre la Unión Europea y Turquía dio lugar a una gran reducción en el número de inmigrantes que cruzan desde ese país a Grecia, una ruta mucho más corta y menos traicionero,  dijo Spindler en Radio ONU.