En Notimundo Estelar, Solange González, estudiante ecuatoriana que se encontraba desde hace un año viviendo en Kiev, la capital de Ucrania, recordó que sintió el primer bombardeo cuando estaba dormida, mientras los vidrios de su habitación retumbaban. En aquella madrugada, fueron cuatro bombardeos los que escuchó.

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Solange González, ecuatoriana que se encontraba realizando sus estudios en Ucrania, dijo que esperaba que el fuego cese después de los diálogos, pero lastimosamente, no fue así. Al siguiente día, cuando el cielo se tornó rojo, los sonidos más fuertes y cercanos, tomó la decisión de emprender su camino hacia las afueras de Kiev.  

Ella recuerda que lo más difícil de su travesía fue salir de Ucrania. Describe que junto a sus dos compañeros, decidieron salir en busca de un tren que los lleve hacia Lviv. Después de pasar algunas alertas en la estación y tener que regresar a los refugios, tuvieron un viaje de 11 horas, turnándose un solo asiento que Solange logró conseguir. “La gente estaba tan desesperada por salir que tuvieron que botar bombas lacrimógenas para que se alejen de las puertas y puedan dejar ir el tren”, detalló.  

Indicó que al llegar a Lviv, se comunicó con el número de Cancillería, que se supondría les daría refugio y ayuda. Sin embargo, le indicaron que no tenían espacio y que debían buscar un hotel. “Éramos 10 personas, que por cada uno el hotel costaba USD 100. No podíamos tomar esa decisión y decidimos quedarnos en la parada de trenes descansando”, explicó. Su madre, Doris González, recuerda los momentos duros de impotencia que pasó al ver a su hija sola. “Lo más duro para mi fue cuando mi hija me dijo: mami nos están atacando, me voy al búnker”, dijo Doris. 

El caso de Solange González era complicado, no tenía su pasaporte físico y tenía posibilidades de irse presa. Ella recibió ayuda de la Cancillería para poder cruzar la frontera con un pasaporte emergente. Pero, al lograr cruzar, la policía polaca la llevó a un calabozo de personas indocumentadas. Una hora y media después, el cónsul de Ecuador en Polonia, le ayudó a salir de allí. “A mí sí me rescataron de donde yo me encontraba”, agradeció. 

Solange asegura que hasta el momento no tiene planes de volver a Ucrania hasta que la situación mejore, aunque dice que dejó su vida allá. Detalla que su universidad les dio vacaciones hasta el 15 de marzo y después empezará clases virtuales. 

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