En Notimundo Estelar, Édison Yanez, exgerente del Metro de Quito, mencionó que arrancar la operación comercial del Metro de Quito en marzo del 2023, según lo ofrecido por el Municipio, es poner en riesgo a la ciudadanía. Este medio de transporte debe cumplir con los reportes de seguridad; si esto no se realiza, no se podrá utilizar el sistema.

Foto: Empresa Metro de Quito

El Municipio informó que el 21 de diciembre empezarán procesos de socialización con la ciudadanía para que entiendan el funcionamiento del Metro. Para Yánez, esto será un “show político”, pues es necesario realizar las pruebas conjuntas entre los 18 trenes, para evaluar posibles riesgos.

De hecho, según los estándares internacionales, el Metro debería operar en mayo o junio del 2023, según el exgerente.

Otro de los problemas es la interconexión con el transporte de superficie. A su parecer, “no se ha avanzado absolutamente nada” en este tema, pues no se cuenta con una normativa para la integración.

Esto generaría pérdidas para el Metro, pues no alcanzarían la meta de movilizar a 400 mil pasajeros al día. Según Yánez, como no hay integración, económicamente no es rentable para la ciudadanía, pues deben gastar doble pasaje en el transporte bajo tierra y de superficie .

Por último, el mayor inconveniente para el exgerente, es que no se sabe quién realizará el mantenimientos de los subsistemas. Como el 2023 se trabaja con presupuesto prorrogado, al ser un año electoral, en junio se conocerá si el Municipio cuenta con recursos para este proceso. Para Yánez, no hay capital. 

Es necesario transparentar el proceso, si el Metro no cuenta con los pasajeros que aspira, existirá una competencia con el transporte de superficie. Esto podría desembocar en subsidios de más de USD 100 millones, que perjudicarían directamente a la ciudadanía.

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