Por unanimidad (126 votos), la Asamblea Nacional aprobó este jueves una resolución que exhorta al Ministerio de Salud Pública (MSP) a que destine los recursos económicos suficientes para el tratamiento de las personas que sufren de enfermedades raras, catastróficas, huérfanas.

El Telégrafo

La aprobación del proyecto, planteado por la asambleísta Blanca Ugarte, se dio en el marco de la continuación de la sesión 461 del pleno.

El miércoles, en el debate, Ugarte explicó la necesidad de que se reinicie el programa de medicación continua, «que está suspendido y eso trae como consecuencia que hoy miles de personas en el país tengan que poner una acción de protección que les demora un año, y cuando ya les llega la medicina muchas veces han muerto». También plantea la necesidad de fortalecer los mecanismos para una oportuna adquisición de los fármacos para el tratamiento de este tipo de enfermedades.

Dijo que el 24 de enero de 2012, el MSP incluyó el tratamiento de este tipo de enfermedades y, según información estadística, existen 150 mil personas que sufren esta patología; mientras que en el Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito, se atienden alrededor de 40 mil personas cada año.

«Hay que fomentar la cultura preventiva y no curativa», afirmó Ugarte. En tanto, el presidente de la Comisión del Derecho a la Salud, William Garzón, resaltó que la salud es un derecho de los ciudadanos y en esa medida se fortalece la preocupación del Estado y del sistema nacional en este ámbito.

«El país invierte 120 millones en Solca para el tratamiento de cáncer», aseguró. El legislador Esteban Melo relató que el año pasado le detectaron cáncer y recibió la atención en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Resaltó que todo fue posible gracias al marco constitucional establecido en el artículo 50, que indica que las personas con enfermedades catastróficas deben ser atendidas por el Estado.

El proyecto también plantea la presencia de la ministra de Salud, Verónica Espinosa, en la Asamblea, para que informe de las acciones que desarrollan para atender a los pacientes con enfermedades raras huérfanas y catastróficas.

Fuente: El Telégrafo