Hombres armados atacaron el Hotel Intercontinental de Kabul, dejando al menos 18 muertos tras un enfrentamiento de 12 horas con las fuerzas de seguridad que culminó el domingo, dijeron autoridades de Afganistán.

Security personnel arrive outside the site of a suicide attack in kabul, Afghanistan, Thursday, Dec. 28, 2017. Authorities say an attack took place on a Shiite cultural center in the Afghan capital killing and wounding dozens. (AP Photo/ Rahmat Gul)

Al menos 18 personas, entre ellas 14 extranjeros y cuatro afganos, murieron en el largo asedio al Hotel Intercontinental de Kabul que inició la noche del sábado y concluyó este domingo, de acuerdo con el portavoz del Ministerio del Interior Najib Danish.

El portavoz actualizó la cifra de víctimas mortales que anteriormente era de seis, sin contar a los atacantes.

El ataque provocó un enfrentamiento de 12 horas con las fuerzas de seguridad que culminó el domingo, dijeron autoridades de Afganistán.

El portavoz actualizó la cifra de víctimas mortales que anteriormente era de seis, sin contar a los atacantes.

El ataque provocó un enfrentamiento de 12 horas con las fuerzas de seguridad que culminó el domingo, dijeron autoridades

Las fuerzas de seguridad afganas recorrieron cada piso del hotel de seis plantas en una operación de limpieza que dejó cuatro atacantes muertos, dijo el portavoz del ministerio Najib Danish.

El portavoz dijo que cuatro atacantes estaban involucrados, pero los talibanes emitieron un comunicado en el que se responsabilizaron del ataque y dijeron que este había sido perpetrado por cinco personas.

Los atacantes estaban afiliados a la red Haqqani, con base en Pakistán, de acuerdo con el Ministerio del Interior.

El ministerio dijo que 153 personas, incluyendo 41 extranjeros, fueron rescatados del hotel.

El Departamento de Estado de Estados Unidos advirtió la semana pasada de un posible ataque de grupos extremistas contra hoteles en Kabul.

El Ministerio de Interior de Afganistán culpó del ataque a la red Haqqani. El grupo basado en el área tribal de Waziristán, en Pakistán, es conocido por sus ataques de alto perfil contra objetivos occidentales en Afganistán.

La red mantiene relaciones cercanas con Al-Qaeda y los talibanes, y busca restablecer el dominio talibán en Afganistán.