Este 24 de noviembre, un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia declaró inocentes a los expolicías condenados a 12 años de privación de libertad por el delito de tentativa de magnicidio en contra del expresidente de la República, Rafael Correa, el 30 de septiembre de 2010. Luis Guanotasig, Geovany Laso, Eduardo Mullo y Jesús Jetacama, los exfuncionarios liberados, aseguraron que posteriormente se reunirán con sus defensores para discutir las acciones legales que tomarán por daños y perjuicios.

El Telégrafo

En Notimundo Estelar, Óscar Ayerve, presidente de la Asociación de Víctimas del 30-S, explicó que la libertad de los expolicías,  Luis Guanotasig, Geovany Laso, Eduardo Mullo y Jesús Jetacama, declarada este 24 de noviembre por mayoría del un Tribunal de la Corte Nacional de Justicia, se consiguió gracias a que en el año 2018, el excontralor del Estado, Carlos Polit, anunció la existencia de un documento que declaraba que los videos y las fotos presentadas por la Comisión del 30-S y el expresidente Rafael Correa, habrían sido adulteradas y los testigos, pagados para condenar a inocentes por el delito de magnicidio. Ayerve aseguró que el informe fue de utilidad durante todo el proceso y que las pericias en esta instancia de revisión, «fueron tan contundentes que los jueces no tuvieron otra alternativa que ratificar la inocencia«. 

Eduardo Mullo, expolicía sentenciado junto a otros compañeros, indicó que este proceso fue «doloroso» y acabó con su vida, su profesión, sus metas, e incluso afectó la salud de su madre. Denunció que este proceso «fue confabulado entre la Fiscalía y los jueces en el tiempo de Rafael Correa, quienes sabiendo que éramos inocentes, no les importó, y llegaron a lo que querían, victimizar a Correa«. Mullo precisó que el 30 de septiembre de 2010 laboró con normalidad hasta las 18h00, hora en la que su exesposa lo llamó para que le ayude a llegar a su trabajo porque las protestas no le permitían movilizarse hacia su destino. Después de eso, se encaminó a su casa por el sonido de los disparos y en ese momento, en el puente de la Av. Occidental, fue fotografiado y esa es la única prueba que presentaron para sentenciarle a 12 años de prisión.

Para Mullo, la ratificación de su inocencia es «como volver a nacer» y puntualizó que su anhelo más grande es reincorporarse a la Policía Nacional por «dignidad» y porque tiene «valores y principios», agregó que merece recibir su jubilación. Sin embargo, sostuvo que aunque le den grandes cifras de dinero, eso no va a recompensará el sufrimiento. «Quisiéramos que se haga justicia, debe ir a la cárcel Rafael Correa, Gustavo Benítez, Gustavo Jalkh, y Galo Chiriboga, porque todos ellos nos hicieron daño«.

«El momento más difícil y duro fue cuando me dieron la sentencia de 12 años. En ese periodo, mi esposa me dejó, mis hijos que tenían 12 y 14 años me necesitaban y yo, estaba preso. Lo único que quiero es que se haga justicia«. Mullo aseguró que se siente un aire más limpio y más libre, sin presión del Gobierno de turno de dar órdenes y sancionar a inocentes.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas del 30-S,Óscar Ayerve, anunció que el 23 de noviembre, se presentó una denuncia para que se investigue al expresidente Rafael Correa por el delito de lesa humanidad. Posteriormente, la Asociación de Víctimas del 30-S presentará un informe integral al país acerca de los casos de quienes han sido perseguidos después del 30 de septiembre de 2010.


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