El femicidio de María Belén Bernal al interior de la Escuela Superior de Policía, no solo puso en evidencia a una institución en crisis, sino que también reavivó otros casos de violencia contra la mujer que llevan años clamando por justicia. Uno de ellos es el de Karina M. (nombre protegido), quien fue violada en el interior de un recinto militar en 2017.

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“Ya no puedo más, ya no quiero más. Han pasado cinco años en los que he pedido justicia y no se ha hecho nada”, dijo entre lágrimas Karina M., en Notimundo Estelar.

Marcelo Dueñas, abogado de Karina M. denunció que ha habido tres años de abandono en este caso por parte de la Fiscalía General del Estado que es la responsable de dirigir la investigación y de actuar para encontrar “no solo los elementos de convicción para llevar adelante la formulación de cargos o acusar, sino ir estableciendo la existencia real de la infracción de la cual fue víctima Karina M.”, manifestó Dueñas.

Lamentablemente, el caso de Karina M. no pasó más allá de una lenta y pausada investigación, y de una permanente negativa en la entrega de información a Fiscalía por parte de los organismos que tenían que ver con el ámbito militar. “Llegaron a pretender obstaculizar la práctica del reconocimiento del lugar de los hechos, en donde la víctima tuvo que estar presente en el mismo lugar donde fue violentada”, enfatizó Dueñas.

Dueñas aseguró que, en este proceso, Karina M. ha tenido que pasar etapas de revictimización al estar presente, por orden del tribunal, en la audiencia de juicio. “Es aberrante, tuvo que estar a dos metros del agresor recordando cada minuto los momentos de terror que vivió”, dijo.

Al comparar la situación de María Belén Bernal con el de Karina M., Dueñas explicó que el primero se produjo en una Escuela de Policía en donde hay 500 cadetes, instructores, oficiales y guardias, quienes entran y salen por diversos motivos; mientras que, en el recinto militar, se supone que se garantiza, estudia y planifica la seguridad del Estado por ser un cuartel de élite en donde no debían entrar civiles.

De su lado, en este mismo espacio, Karina M., recordó los momentos de terror que vivió aquella noche en la que, sin ningún tipo de registros ni control, ingresó al recinto militar, junto a varias mujeres civiles. “Me acuerdo hasta cuando me quedé dormida, me desperté cuando sentí que me tapaban con una almohada, empecé a forcejear porque él estaba sentado encima de mío”, relató y agregó que cuando eso pasó ya no tenía ropa. “Esta persona me pegó, me dio contra la pared y posterior a eso abusó sexualmente de mi”, dijo entre lágrimas y dolor.

“Los oficiales que estaban ahí me taparon y la boca y me dijeron que me calle porque les iba a generar problemas en su trabajo”, manifestó Karina M.

Dueñas, su defensor, mostró su molestia e indignación al recordar que el oficial acusado recibió tres día de arresto y que, incluso, está en servicio activo. “Le ascendieron de grado”, sostuvo y añadió que “la justicia que tarda ya no es justicia”.

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