El Centro de Atención Temporal Quito Solidario (CAT) no es un hospital, pero fue adecuado para recibir a pacientes con covid-19 leves o moderados. Las instalaciones que fueron concebidas como un centro de convenciones hoy albergan a 120 enfermos.

Con seis especialistas de emergencias y siete residentes del posgrado de emergencia se logró abrir una sala de cuidados intermedios. Crédito: Quito Informa.

No es un hospital, pero fue adecuado para recibir a pacientes con covid-19 leves o moderados. Las instalaciones que fueron concebidas como un centro de convenciones hoy albergan a 120 enfermos.

El lugar está bien equipado, pero no cuenta con áreas especializadas, por ejemplo, para cuidados intensivos. El Centro de Atención Temporal Quito Solidario (CAT), en el Bicentenario, es lo que se conoce como hospital de campaña.

Paúl Carrasco, quien asumió la dirección del centro hace tres semanas, cuenta que en la fase uno, el lugar atendió solo a enfermos leves que eran dados de alta de los hospitales de la red del sistema de salud.

Al momento se encuentra trabajando en la fase dos, en la que se reciben pacientes más delicados, y espera que el viernes 24 arranque la fase tres, en la que se ampliará la sala de cuidados intermedios y se podrá atender a 200 pacientes.

Antes de la apertura, el alcalde Jorge Yunda anunció que el centro tendría capacidad para 370 contagiados, pero Carrasco señala que el no contar con personal médico adecuado fue una limitante para poder trabajar a su máxima capacidad. 

Al inicio, cuando había 62 pacientes, contaba con 118 profesionales, en su mayoría ginecólogos y pediatras de las unidades metropolitanas.

Como parte de la fase dos comenzaron a contratar médicos especialistas en emergencias y desastres, fundamentalmente del posgrado de la U. Católica.

Con seis especialistas de emergencias y siete residentes del posgrado de emergencia se logró abrir una sala de cuidados intermedios que al momento cuenta con seis camillas para pacientes más graves.

Actualmente, están habilitadas 150 camas y el número seguirá aumentando en función de los profesionales que se contraten, dice.

Para tener capacidad total, necesitaría al menos 10 emergenciólogos más y médicos intensivistas. Al recibir enfermos más graves, la posibilidad de que se compliquen es mayor -explica Carrasco- y los hospitales públicos se demoran en recibirlos, porque no tienen camas.

Han tenido pacientes que necesitan cuidados intensivos y que ya van 10 días en el centro sin posibilidad de traslado, por lo que se han visto en la necesidad de pasar a una tercera fase.

En esta nueva etapa, la sala de cuidados intermedios tendrá 20 camas e incluso se incorporarán ventiladores mecánicos. El martes recibieron de préstamo de la U. Dos Hemisferios seis máquinas ventiladoras que se están probando.

Así, el lugar podría tener una sala de Cuidados Intensivos (CI), con la contratación de un intensivista. En la tercera fase, además, recibirán pacientes de las estaciones que el Municipio empezó a colocar en las parroquias que tienen más contagios, para buscar casos en los barrios.

Como parte del plan para distribuir la ayuda que la noche del lunes pasado llegó desde Guayaquil, se están instalando 10 estaciones de atención en planteles municipales y Casas Somos de los sectores más complicados de Quito.

Una adicional se colocará en las afueras del CAT. Natalia Álvaro, coordinadora de gestión de Servicios de Salud y Aseguramiento de la Atención, indica que habrá puntos de triaje en Guamaní, Quitumbe, Chimbacalle, Centro Histórico, Chillogallo, Belisario Quevedo y Calderón. Allí se identificarán casos positivos de forma temprana, se dará la medicación para que el paciente pueda terminar su tratamiento en casa.

Así habrá menos demanda de camas para hospitalización y UCI. A estos lugares deberán asistir solo personas que tengan síntomasrelacionados con el virus.

Se les hará una evaluación y exámenes y, de ser necesario, serán derivados al CAT. En total se habilitarán 21 puntos de triaje, dos en cada estación, y tres en el punto que haya más demanda.

Allí, los pacientes serán atendidos de manera ambulatoria. Álvaro aclara que no se trata de hospitalización, sino de puntos de observación.

Los pacientes podrán permanecer máximo durante ocho horas en una evaluación prolongada. Las estaciones atenderán de lunes a viernes, de 08:00 a 16:30.

Posteriormente, el personal se desplegará en brigadas al territorio para identificar casos de covid-19 en casas. Ayer, las primeras personas empezaron a ser atendidas en la Unidad Municipal Quitumbe, en Chillogallo (sur). Ximena Abarca, secretaria de Salud, indicó que el proyecto tiene un costo de USD 3 millones.

Fuente:  El Comercio – Nota Original : LINK