El país, uno de los mayores productores y consumidores de plástico del planeta, pretende reducir un 30% el uso de vajilla y utensilios de plástico en la industria de la comida para llevar en las mayores ciudades del país en cinco años.
En un documento publicado el domingo, la Comisión para la Reforma y el Desarrollo Nacional y el ministerio de Ecología y Medio Ambiente (NDRC, según sus siglas en inglés) anunciaron que para final de año quedarán prohibidos la producción y la venta de poliestireno expandido desechable y los utensilios de plástico en restaurantes.
El plan también es prohibir los sorbetes no biodegradables de un solo uso en la industria de la restauración este año, mientras los hoteles deberían restringir el uso de productos plásticos desechables para 2022.
Décadas de rápido crecimiento y creciente consumo han generado ingentes cantidades de desechos en el país de 1.400 millones de habitantes.