China sigue siendo el lugar en el que los sueños se hacen realidad, al menos para Disney.
Bob Iger, director ejecutivo de Disney, dijo que es difícil hacer negocios en China, pero que las recompensas potenciales siguen siendo atractivas.
«Es un mercado desafiante, no hay duda», dijo Iger a CNNMoney en una entrevista el jueves 9 de junio. «Todavía creemos que a pesar de lo que ha pasado recientemente y con todos estos desafíos, tenemos una gran oportunidad para crecer».
La semana próxima, el gigante de los medios de comunicación y el entretenimiento inaugurará oficialmente un enorme centro vacacional en Shanghái, el primero en el territorio continental de China. Durante los preparativos, la empresa tuvo que lidiar con el cierre repentino de un servicio de contenidos digitales y con los ataques públicos de un gran rival chino.
Disney no es el único que la ha pasado mal. Las empresas occidentales se han quejado recientemente de que el entorno empresarial «es cada vez más hostil» por la desaceleración de la economía china.
«Estamos conscientes de las realidades de este mercado, ya sean relativas a la cultura o relativas a la regulación», dijo Iger.
Wang Jianlin, magnate inmobiliario y del entretenimiento, dijo en mayo que su empresa, Dalian Wanda Group, intentaría impedir que Disney fuera rentable en China en los próximos 10 a 20 años e insinuó que la empresa estadounidense «de verdad nunca debió haber venido a China».
Iger ignoró los comentarios y dijo que no afectarían los planes de Disney de abrir su centro vacacional de 5.500 millones de dólares en Shanghái.
«Supongo que estamos un poco sorprendidos porque hacemos negocios con esa empresa [Dalian Wanda] y debo decir que nos divierte un poco tanto la naturaleza de las declaraciones como la forma en la que se hicieron», dijo. «Sin embargo, para nosotros no son relevantes por la confianza que tenemos en este negocio».
Wanda inauguró recientemente su propio complejo gigante, que cuenta con un parque temático, hoteles y centros comerciales, en una ciudad a unos 570 kilómetros al suroeste de Shanghái. Su intención es abrir 15 complejos más en China para 2020.
Iger se mostró confiado en que los famosos personajes de Disney y las décadas de experiencia en el negocio de los parques temáticos distinguirán a su centro vacacional en Shanghái.
«Estamos convencidos de que la inversión en este producto, en este mercado, es más que justificable y que generaremos grandes ganancias para esta empresa durante varios años, sin importar lo que los demás piensen ni el nivel de competencia».
Otros de los negocios de Disney en China también han enfrentado obstáculos. DisneyLife (el servicio de transmisión de video en directo de la empresa que operaba con Alibaba, el gigante de la tecnología) terminó por cerrar hace poco, tras apenas cinco meses de operación.
Iger reconoció que existen desafíos regulatorios en China y señaló que una de las razones por las que Disney decidió construir el parque temático en Shanghái es que no podía operar un canal de televisión en el país.
Sin embargo, también señaló que el mercado cinematográfico chino, que se espera que supere al estadounidense en los próximos años y se vuelva el mayor del mundo, es un ejemplo del potencial de crecimiento.
«Si analizamos nuestra estrategia y nuestro negocio cinematográfico mundial, China es ya un mercado esencial», dijo.
China controla estrictamente la cantidad de películas extranjeras que se estrenan en su territorio cada año, pero esas restricciones no desaniman a Iger.
«En el pasado reciente no ha ocurrido nada que disuada nuestro interés en el mercado, nuestra ambición en el mercado y nuestra decisión de crecer aquí con éxito», dijo.