Las fuertes lluvias registradas durante los últimos días provocaron el desbordamiento en la quebraba La Pulida, localizada en el noroccidente de Quito. En Notimundo al Día, Freddy Nieto, director de Gestión de Riesgos del Municipio aseguró que el constante monitoreo y limpieza de los colectores ubicados en la montaña permitieron evitar mayores complicaciones. Hizo un llamado a la corresponsabilidad ciudadana, para mantener limpios estos espacios.

Foto: Diario Extra

En Notimundo al Día, Freddy Nieto, director de Gestión de Riesgos del Municipio de Quito, explicó que el desbordamiento de la quebrada de La Pulida, ocurrido el domingo 23 de abril, responde al intenso temporal que está soportando la ciudad y debido al colapso de las tres obras de captación con que cuenta en la parte alta de la montaña la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps).

No obstante, destacó que las piscinas de captación cumplieron con su función y así se evitó una tragedia mayor, pues esta vez no se reportaron heridos ni fallecidos. Luego del desastre, el Cuerpo de Bomberos y personal municipal acudió al lugar para empezar las labores de limpieza de calles y casas donde el lodo ingresó, además de efectuar una evaluación de 22 familias que resultaron afectadas y que inmediatamente se dispuso la entrega de bonos de contingencia.

Señaló que constantemente se realiza la limpieza de las infraestructuras que contienen los escombros y la última se ejecutó el pasado 11 de abril. No obstante, insistió en que la zona del desbordamiento se hallaron llantas, colchones y otro tipo de basura que complica el paso del agua. Por ello, hizo un llamado a la ciudadanía para que se dispongan los desperdicios en los sitios destinados para su efecto y así evitar nuevas complicaciones.

Recordó también que no se debe construir cerca de las quebradas, por lo que con la Agencia Metropolitana de Control (AMC) se llevan adelante constantes procesos y citaciones para quienes incumplen la norma, pero no siempre se obtienen los resultados esperados para garantizar la seguridad de esas familias que se ubican en zonas de riesgo.

Aseguró que el proceso de monitoreo y limpieza de las quebradas de la capital se desarrollan constantemente, así como el mantenimiento de los colectores que contienen los escombros para que no desciendan hacia zonas urbanas. Por ejemplo, en la zona de Carretas, junto al río Monjas, dijo que se han identificado 16 zonas de riesgo y que para ello continúan con trabajos integrales para frenar el proceso de erosión y dar soluciones definitivas para quienes se ubican en ese sector.

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