El Padre David de la Torre afirmó que para todos, creyentes o no creyentes, la Navidad es una de las épocas más bonitas de todo el año, no solo por las compras y los regalos, sino porque nos recuerda “que cada uno de nosotros buscamos siempre lo mejor para nosotros mismos, para los que amamos y para la humanidad entera”, precisó. La Navidad, según De la Torre, hace que más allá de todo el comercio que se mueve alrededor de estas fechas, haya un sentimiento de solidaridad y generosidad.
Además, señaló que la unión familiar es muy importante en estas fechas, pues no puede haber un mundo mejor si no se comienza en la célula primera que es, justamente, la familia, y el Papa Francisco ha puesto énfasis en el cuidado artesanal de estas relaciones familiares. “La Navidad es volver a lo primero, a lo básico, a lo esencial, para muchos vivirla intensamente ayuda a que, a lo largo del año nuevo, empecemos haciendo buenos propósitos”, comentó.
Respecto al cambio del campo “sexo” por “género” en la nueva cédula de identidad, afirmó que hay que respetar la creación, pues “la vida siempre surge de una relación varón – mujer y eso es lo que tenemos que respetar y defender. No es correcto pensar que todo es igual”, precisó.
Por otra parte, Marco Guanoquiza, director de la Fundación Cristiana “Casa Angélica”, aseguró que trabajan en varios programas, uno de ellos es el de madres solteras, a quienes que han procurado ayudarles en diferentes formas, con charlas sobre la prevención de drogas y los embarazos prematuros.
Guanoquiza contó que su Fundación partió de una experiencia, pues “pocas son las personas que extienden la mano para ayudar”. De acuerdo a su testimonio, ellos comenzaron hace 12 años reuniendo cosas en casa para llevar a ancianos y niños de escasos recursos. “En este tiempo íbamos más a los campos, siempre a través de la autogestión. Esto parte de un sentimiento de retribución para dar a las personas que menos tienen”, agregó.
Finalmente, Peggy Ricaurte, subsecretaria de Protección Especial del Ministerio de Inclusión Económica y Social, aseguró que la mendicidad es un problema histórico en el Ecuador, principalmente por haber vivido niveles de pobreza muy alto y por una práctica cultural de «pedir en la calle».
Informó que, a pesar de que la mendicidad como problema ha sido abordada por el Gobierno a través de una política social integral, todavía hay rezagos históricos de personas. Para Ricaurte, el dar dinero en las calles no resuelve los problemas de los niños. “Dar en la calle multiplica y aumenta los problemas de la mendicidad”, dijo.
La funcionaria manifestó que la campaña «Da Dignidad» aborda este problema que se intensifica en los meses de noviembre y diciembre, e implica canalizar esa generosidad a través de mecanismos que beneficiaran a personas que están en práctica de mendicidad. Indicó que este año hay menos gente en la calle y en las carreteras. “Ahora la ciudadanía reconoce más que dar en las calles es negativo y buscan la manera de ser solidarios de una manera efectiva. En estos 4 años, las personas en las calles se han reducido en un 80%”, concluyó.