El fallido proceso de selección del operador internacional del Metro de Quito complica el calendario que preveía su puesta en funcionamiento para diciembre de este año. En Notimundo al Día, Fernando Sancho, miembro de la veeduría del Metro, recalcó que el Alcalde debería acoger las recomendaciones de “avanzar hasta donde el tiempo le dé”, para no poner en riesgo la seguridad ciudadana ni del sistema de transporte.

Créditos: Municipio de Quito

En Notimundo al Día, Fernando Sancho, miembro de la veeduría del Metro de Quito, aseguró que el «apresuramiento y el poner decisiones políticas y no técnicas», ha causado los inconvenientes que se han presentado en varias etapas de ese sistema de transporte, sobre todo en el fallido proceso de la designación del operador internacional.

Para Sancho, si los Términos de Referencia en los pliegos técnicos y las condiciones financieras se hubiesen expresado con claridad desde un inicio, el proceso de selección no tendría este nuevo estancamiento. Y es que las presuntas «inconsistencias» en la oferta seleccionada por el consorcio formado por el Metro de Medellín y la empresa francesa Transdev, habrían sido el motivo de que el proceso deba repetirse.

Según explicaron las autoridades municipales, la oferta del consorcio franco-colombiano requería un ajuste de precio, pues no se incluía la proyección de la inflación, como exige la normativa ecuatoriana. «La oferta que en un inicio era de USD 108 millones ahora son USD 60 millones más», criticó.

Sancho informó que se había solicitado una audiencia para el pasado 5 de agosto con el fin de que se entregue la información necesaria, y que se había explicado que mientras esto no se dé, no podría continuar el proceso. No obstante, con el reinicio del concurso, la audiencia ya no tenía motivación.

Para el veedor, los 20 días que ahora se establecieron para la presentación de una nueva oferta no serán suficientes, pues tampoco lo fueron los 90 días que se definieron en un inicio. Uno de los principales inconvenientes, apuntó, es que el alcalde Santiago Guarderas estaría mal asesorado por el gerente general del Metro, Efraín Bastidas, por lo que «si le hace equivocar por repetidas veces, se debe reemplazarlo».

Sancho instó a que el Burgomaestre haga lo que la Veeduría ha sugerido, que es «no poner tiempos políticos», sino que la administración municipal avance en la medida de sus posibilidades para poner en funcionamiento el sistema de transporte. Para el veedor, el mismo consorcio franco colombiano será quien presente nuevamente la oferta, pero «con unos millones más».

Añadió que este no sería el único inconveniente que presenta el Metro, pues tampoco existen requisitos necesarios como un sistema de recaudo ni de comunicación, señalética, coordinación con grupos de emergencia, integración en la superficie, y otros aspectos necesarios para su puesta en funcionamiento.

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