Pablo Ramírez, director del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de la Libertad (SNAI), informó que el disparo que hirió al funcionario de esa entidad la tarde del miércoles 06 de abril, provino desde los exteriores, producto de un enfrentamiento armado. Anunció acciones que se realizan en busca de la seguridad ciudadana y penitenciaria.

Amotinamiento cárcel Turi
Créditos: Captura de pantalla

En Notimundo al Día, el director nacional del SNAI, Pablo Ramírez, manifestó que Danilo Cisneros, agente de seguridad penitenciaria encargado de llevar el registro de las personas que obtienen su prelibertad, se encuentra en estado crítico en el Hospital Eugenio Espejo de Quito, luego de que una bala lo impactara en la cabeza.

Según información preliminar, el disparo que lo alcanzó fue producto de un cruce de balas en las afueras de las oficinas de la SNAI, en la avenida 12 de octubre. Además, hubo una alerta de bomba en las instalaciones. En los dos casos, explicó Ramírez, se activaron los protocolos pertinentes, como el reporte a las unidades investigativas de la Policía Nacional para que determinen las causas y responsables de los disparos; y la evacuación del personal de administrativo. Posteriormente se confirmó que no existía material explosivo en el lugar.

No hay detenidos hasta el momento por estos hechos, confirmó Ramírez.

Por otro lado, el titular de la SNAI recordó que el sistema penitenciario ha sufrido del descuido estatal por varios años, registrando a inicios de 2021 un hacinamiento del 38%. «Esto ha contribuido para que los niveles de violencia aumenten», añadió Ramírez. Por ello, resaltó que se continúa trabajando en planes de acción alineado al Plan de Desarrollo Nacional, que comprenden ejes como la reducción de la población penitenciaria mediante los indultos que se otorgan con ciertos requisitos.

Asimismo, Ramírez señaló que el abandono a las prisiones también ha generado permisividad que se refleja, por ejemplo, en el tipo de armamento con el que cuentan los reclusos y que representa una amenaza para las fuerzas que intentan controlar los centros carcelarios. Por ello, acotó, se busca establecer mecanismos que ayuden a paliar la crisis, como la reducción del hacinamiento que al momento se encuentra en 14%.

Otra medida que busca mejorar crítica situación de las prisiones es la incorporación de 1.400 agentes penitenciarios, con los que se espera contar con al menos 3.000 para finales de 2022 para reforzar la seguridad interna. Además, se planea inaugurar la primera Escuela de Formación Profesional de Agentes Penitenciarios, que contará con procesos que demuestren y garanticen la fiabilidad del personal.

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