El Parlamento británico tumbópor tercera vez el acuerdo del "brexit", lo que acerca al Reino Unido a una salida abrupta de la Unión Europea el 12 de abril o bien a pedir una prórroga que le obligaría a participar en elecciones comunitarias.

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Manifestaciones a favor y en contra del Brexit/ Crédito: EFE

La primera ministra, la conservadora Theresa May, perdió la votación por una diferencia de 58 votos, una derrota más suave que las dos anteriores -recibió 230 en contra en enero y 149 hace tres semanas-, pero que mantiene bloqueada la ratificación del tratado de salida que negoció con Bruselas.

El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), que considera inaceptable la salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas, mantuvo su oposición al texto, a pesar de que el Gobierno ha trabajado durante semanas para intentar persuadirle.

Tampoco fue determinante el sacrificio que ofreció May a sus colegas conservadores, al prometer dimitir si el acuerdo era aprobado. Boris Johnson, Dominic Raab y otros euroescépticos que aspiran a suceder a la primera ministra votaron a favor del pacto, a pesar de que lo han criticado con dureza durante meses, pero un núcleo duro de esa facción conservadora no cambió de postura.

La última carta con la que jugaba el Gobierno, convencer a suficientes laboristas rebeldes con la promesa de darles voz en el diseño de la futura relación con la UE, no surtió efecto. Tan solo cinco de ellos se alienearon con May.

A pesar de las constantes especulaciones durante las últimas semanas de que la primera ministra está al borde de abandonar Downing Street, la líder conservadora se levantó momentos después de la votación de hoy en los Comunes para recalcar que continuará trabajando para lograr un «‘brexit’ ordenado».

El siguiente paso en el tortuoso proceso que afronta el Reino Unido llegará el lunes, cuando los diputados tratarán por segunda vez de llegar a un consenso sobre las opciones a las que puede aferrarse el país.

Esta semana, ninguna de las ocho propuestas sometidas a votación obtuvo una mayoría. La opción de celebrar un referéndum para confirmar un eventual acuerdo y negociar una unión aduanera con la UE fueron, con todo, las más respaldadas.

Algunos parlamentarios consideran que una combinación de esas dos vías podría finalmente permitir un consenso.

Aunque los votos del lunes no son vinculantes, existe la posibilidad de que los diputados intenten forzar el debate de una ley que sí obligaría al Ejecutivo a seguir sus indicaciones.

May se mostró abierta a que los Comunes encuentren una «mayoría estable para una alternativa particular», pero advirtió al mismo tiempo de que cualquiera de las vías propuestas requieren primero que el tratado de salida esté aprobado, por lo que no está completamente descartado que vuelva a intentar someterlo a votación por cuarta ocasión la próxima semana.

«Este no es el resultado que queríamos. Pero, una vez dicho eso, hemos logrado que diversos colegas conservadores con importancia en el partido votaran a favor del Gobierno», afirmó a la BBC una fuente de Downing Street, despacho oficial de May.

«Claramente, hay más trabajo que hacer. Vamos, al menos, en la dirección correcta», recalcó.

En la sesión de hoy, 286 diputados se posicionaron a favor del tratado, por lo que la jefa de Gobierno tendría que convencer a 32 parlamentarios en los próximos días para llegar a los 318 que marcan la mayoría en la cámara.

En caso de que el rechazo se mantenga firme, el Reino Unido fijará entonces su vista en la cumbre extraordinaria que ha convocado el Consejo Europeo el próximo 10 de abril.

Para frustración de los euroescépticos del Partido Conservador, la primera ministra ha reiterado en los últimos días que no permitirá que el Reino Unido rompa sus vínculos con la UE de forma no negociada, un escenario que según el Banco de Inglaterra desencadenaría una recesión en el país.

Ella misma ha advertido de que si no se ha encontrado antes una solución alternativa, se verá obligada a solicitar a los líderes comunitarios una nueva prórroga para el «brexit», que esta vez podría ser de hasta un año.

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Parlamento Europeo/ Crédito: EFE

Ese escenario implicaría que el Reino Unido celebraría elecciones al Parlamento Europeo el 23 de mayo, pero requeriría además que Londres explicara a la UE en qué piensa invertir ese tiempo extraordinario.

El líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, reiteró hoy su llamada a celebrar unas elecciones generales anticipadas que modifiquen la aritmética parlamentaria y permitan desbloquear el proceso del «brexit».

Al mismo tiempo, cerca de un millón de personas se manifestaron el pasado fin de semana, según los organizadores de la marcha, para pedir un segundo referéndum.