Tras nueve años de brindar atenciones médicas a los dependientes menores de 18 años de edad de los afiliados, de forma gratuita, el Consejo Directivo ha pedido elaborar un estudio específico para definir el cobro de una prima por estas prestaciones.

En esta semana,se tratará el financiamiento de los décimos que reciben los jubilados. Crédito: Twitter Jorge Wated.

Tras nueve años de brindar atenciones médicas a los dependientes menores de 18 años de edad de los afiliados, de forma gratuita, el Consejo Directivo ha pedido elaborar un estudio específico para definir el cobro de una prima por estas prestaciones.

Dicho informe se conocerá en los próximos 30 días, informó Jorge Wated, presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). En esta semana, en cambio, se tratará el financiamiento de los décimos que reciben los jubilados.

El funcionario dijo que un fallo de la Corte Constitucional dio un plazo de seis meses al IESS para definir este último tema. Ese plazo está por vencer. “Gravar los décimos de los afiliados activos puede ser la vía”, señaló Wated, aunque la medida final dependerá del estudio específico.

Además, explicó que ambas decisiones son parte de recomendaciones técnicas contenidas en estudios actuariales. El pago de los décimos a los pensionistas sumó USD 500 millones en el 2019.

Mientras tanto, según datos oficiales, hasta abril del 2020 se registraron 1 890 141 menores de 18 años con atenciones de salud gratuita. La extensión de la cobertura a este grupo poblacional se dio en noviembre de 2010, tras una reforma a la Ley de Seguridad Social.

Antes, solo los hijos hasta los 6 años de edad podían ser atendidos en las unidades médicas. Desde entonces no se ha determinado una contraprestación económica, pese a que así lo han recomendado estudios actuariales del propio Instituto y hasta la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Para eso no se requiere reforma legal, ya que la Ley de Seguridad Social faculta al Consejo Directivo de la entidad a revisar la tabla de aportes.​La facturación por las atenciones médicas a los dependientes menores de edad representó USD 283 millones en 2019, tanto en la red interna como por derivaciones a clínicas privadas.

El mayor número de atenciones se centra en la población de entre 5 y 9 años, pero las más costosas son aquellas realizadas a niños menores de un año.

La ampliación de esta cobertura sin financiamiento y la deuda del Estado han influido para que el IESS se quede corto de ingresos frente a la cantidad de gastos generados. Esto, a su vez, provocó que en el 2015 se emitiera la resolución 501 del Consejo Directivo del IESS, que temporalmente quitó porcentajes de aportación al fondo de pensiones para aumentar a salud, comentó Jorge Madera, exdirector del IESS.

Pero fue una solución temporal a la crisis, ya que esa resolución vence en el 2021 y, con ello, se restituirá el aporte del fondo de pensiones. Además, la actual situación económica del país ha provocado una acelerada tendencia de desafiliaciones del Seguro.

Todo esto amerita que se tome una decisión urgente, de lo contrario la situación financiera del IESS se volverá más crítica, añadió Madera. Rodrigo Ibarra, presidente de Actuaria, comentó que se pueden analizar dos opciones para el financiamiento.

Una es gravar una tasa de aportación obligatoria para todos los afiliados, ya sea que tengan o no dependientes menores de edad. La segunda alternativa es que aporten voluntariamente aquellos afiliados con hijos y que deseen acceder al beneficio.

No obstante, esta vía es compleja de administrar, dice Ibarra, ya que al no ser obligatorio generalmente solo se registran quienes tienen enfermedades y eso representa una siniestralidad mayor para la institución.

Si bien subir los aportes para sostener la cobertura del sistema era una medida necesaria que debía tomarse desde el inicio, es de esperar que no tenga acogida en los afiliados por los casos de corrupción y manejo antitécnico que ha tenido el ente, reflexionó Patricia Borja, experta en seguridad social.

Esta situación inquieta a los asegurados que se valen del sistema para que sus hijos reciban tratamientos médicos. Gracias a este beneficio, en el 2018 el asegurado Óscar Caval pudo hospitalizar, sin costo, a uno de sus hijos que sufrió una crisis asmática.

Para él, antes de cobrar una prima extra la atención en el seguro debería mejorar, por ejemplo, “entregar las citas de manera ágil”. Cristina Guamán también realiza los controles médicos de sus tres hijos en el IESS.

El aporte total a la entidad de su esposo es de USD 150 al mes. Si el IESS empieza a cobrar una prima considera usar el seguro privado que tiene su esposo. Wated dijo que cualquier decisión vendrá atada a un plan de optimización para mejorar la atención de salud y frenar la corrupción.

Fuente: El Comercio – Nota Original : LINK