Después del terremoto del 16 de abril de 2016 se realizaron varios estudios en donde se determinó que la cultura de aseguramiento en el país todavía continúa siendo reactiva y no preventiva. Después de dicho siniestro se incrementó la demanda de seguros, sobre todo los enfocados a salvaguardar el patrimonio, ya sea de empresas, viviendas o equipos.

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La cultura de aseguramiento en Ecuador todavía continúa siendo reactiva y no preventiva. De acuerdo con cifras de Oriente Seguros, si se compara el comportamiento del mercado tras el terremoto y la erupción del volcán Cotopaxi, se observa una dinamización interesante, más fuerte en 2015.

Así, si se analizan las estadísticas oficiales del sector, publicadas por la Superintendencia de Compañías, se observa un incremento en el total de primas netas emitidas en 2015 y 2016, frente a 2014, sobre todo en el segmento de incendio (que cubre daños a estructuras ocasionados por desastres naturales) que comprende los ramos de: Equipo electrónico, Fidelidad, Incendio y líneas aliadas, Lucro cesante incendio, Rotura de maquinaria, Lucro cesante de rotura y Robo. Estos ramos respaldan las pérdidas que puedan tener empresas como personas.

Según las cifras, estos ramos se dinamizaron, sobre todo en el segundo semestre del año anterior, luego del terremoto en el caso del 2016. Es así que, el mercado asegurador en incendio decreció en un -1.91% en el primer semestre de 2016, frente al mismo período de 2015, mientras que en el acumulado anual, el mercado creció 6.02%. Cabe destacar que en 2014, este segmento del mercado tuvo un crecimiento marginal de apenas el 0.48% en el acumulado anual; el primer semestre de 2015 creció en 8.42% versus el mismo período de 2014.

No obstante, de acuerdo con Paulo Salazar, Director de Marketing de la aseguradora, si bien en 2016 se registró un incremento en este tipo de ramos relacionados a la protección estructural de infraestructuras, actualmente la demanda ha decrecido y regresado a su estado normal.