La empresa de producción de abacá, Furukawa, protagonizó una de las denuncias más importantes de esclavitud moderna, que tuvo, incluso, resonancia internacional. Los trabajadores habrían trabajado y vivido, por más de seis décadas, en condiciones infrahumanas dentro de la plantación.
Según Elsie Monge, directora de la Comisión Ecuménica de Derechos Humanos (CEDHU), el pasado 15 de agosto, se firmó un acuerdo entre la empresa y un grupo de trabajadores; sin embargo, en el convenio, se habría estipulado «ilegalmente» que los afectados accederían a renunciar a sus reclamos a cambio de recibir una hacienda en comodato.
Para Monge, esta es una clara violación a los Derechos Humanos, porque el acuerdo significaría que la gente afectada reciba tierras, como préstamo, para trabajarlas y devolver las ganancias a su dueño, la empresa Furukawa. Es decir, «esto sería regresar al mismo sistema de esclavitud moderna», subrayó Monge.
#ElsieMonge: «Sostenemos que este proceso es ilegal, no se puede renunciar a los derechos.» #NotiMundoalaCarta #Furukawa pic.twitter.com/ttDj4w0cVW
— NotiMundo (@notimundoec) August 19, 2019
Incluso, según explica la Directora, no todos los afectados están de acuerdo con el convenio, pues una de sus cláusulas estipula que ya no pueden habitar la hacienda; por lo que además de no recibir una ganancia por su trabajo, no tendrían acceso a vivienda.
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