Desde el primer día del acontecimiento, los múltiples actores del sector público se congregaron para aplacar el desastre desenlazado por el terremoto en Manabí y Esmeraldas. Gabriela Rosero habla por el Ministerio de Coordinación y Desarrollo Social que encabeza. “Desde el Comité de Reconstrucción tuvimos tres objetivos claros: atender la fase de emergencia, es decir rescates y atención médica; rehabilitar servicios públicos, con la reparación de edificaciones; y reactivar la producción local, estimulando el comercio».
En el transcurso de los días, los funcionarios del ministerio, apoyados por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la sociedad civil, instalaron casi una treintena de albergues en los que se resguardaron 9 630 personas, de acuerdo con Gabriela Rosero. Los 15 albergues que todavía operan en las provincias de Esmeraldas y Manabí amparan 930 familias que podrán permanecer en ellos hasta mayo 2017.
La reubicación de estas familias, pertenecientes a Muisne, Chamanga, Pedernales y Cojimíes, explica la ministra Rosero, espera la reconstrucción de las urbanizaciones que desde el Estado se asumieron como reasentamientos.
Para la ministra, aunque todavía pendientes, las urbanizaciones constituyen una de las innumerables inversiones del gobierno. “Alrededor de 912 millones de dólares han sido orientados para salud, educación vivienda y atención social”, mencionó.
