En Notimundo al Día, Ivo Rosero, presidente de la Cámara de Distribuidores de Derivados de Petróleo del Ecuador (Camddepe), insistió en el llamado del gremio al presidente de la República, Guillermo Lasso, para que las gasolineras cuenten con resguardo militar, tras la creciente ola de inseguridad que afecta al país.
Recordó que en noviembre de 2022, se registraron 12 atentados terroristas, de los cuales varios de ellos fueron en estaciones de servicio, por lo que desde ese entonces se ha solicitado al Primer Mandatario que se militaricen aquellas que están en zonas conflictivas, ya que resultaría imposible hacerlo en las 1.200 gasolineras que hay en Ecuador.
Se busca que esto sea una medida disuasiva, que con la presencia de uno o dos militares por estación se pueda evitar que los antisociales ataquen los negocios y así se resguarde la vida e ingresos de quienes laboran en estos sitios. Rosero lamentó que no haya existido una respuesta al pedido por parte de las autoridades.
Solo durante la semana pasada, se registraron dos eventos: uno en Quitumbe, al sur de la capital ecuatoriana, donde se detectó un cilindro de gas envuelto con tacos de dinamita al interior de un vehículo; y otro, de similares características, en la Isla Trinitaria, en Guayaquil.
Con este antecedente, se envió una nueva misiva al presidente Lasso para que se destine personal militar a estaciones determinadas. «El momento en que se dé una explosión en una zona urbana pueden afectarse varias manzanas y serían como escenarios de guerra; las autoridades no tienen una dimensión del impacto que puede tener un evento de esta naturaleza», explicó.
Otro de los pedidos fue que se controle la restricción que prohíbe la circulación de dos hombres a bordo de una motocicleta, pues pese a que la medida está vigente, se continúan cometiendo delitos bajo esta modalidad, donde quien viaja en la parte posterior es el que casi siempre lleva consigo el arma de fuego o el explosivo. «El 95% de asaltos, atentados y extorsiones se los comete así», apuntó.
En ciudades como Esmeraldas, por ejemplo, la totalidad de gasolineras han sido víctimas de ‘vacunas’, lo que ha hecho que los propietarios de los negocios migren a otras provincias y controlen el negocio desde lejos. Pero también existe la preocupación por los empleados, que ante la ola de violencia e inseguridad, renuncian.
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