A puertas de dejar el poder, el presidente Guillermo Lasso amplió por dos años, tanto dentro y fuera del país, la seguridad para expresidentes, exvicepresidentes y sus cónyuges. En NotiMundo Estelar, el experto Jean Paul Pinto, consideró que el Primer Mandatario adoptó esta medida, no por miedo a amenazas del crimen organizado, sino por lo que puede hacer el ciudadano de a pie, en reacción a su mal Gobierno.

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Indicó que este tipo de disposiciones debe tomarse en base a un análisis de la Policía Nacional que revele, incluso bajo reserva, las amenazas de las que podría ser víctima un mandatario, y que a su vez justifique un contingente de seguridad, financiado con el dinero del Estado. 

“Lasso tiene toda la plata del mundo para pagarse su seguridad privada, ¿Por qué el pueblo debe pegarle la seguridad?”, declaró.

Explicó que personas como Juan Zapata o Fausto Salinas, quienes comandaron los operativos de combate a la criminalidad, sí deberían tener seguridad por al menos 10 años.

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