Desde hace 7 años, el volcán Cotopaxi se mantiene activo sin mayores cambios en su proceso eruptivo. Sin embargo, debido a la variación registrada desde el pasado 21 de octubre, se declaró la alerta amarilla. En Notimundo al Día, Rodrigo Rosero, subsecretario general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), aclaró que no existe un riesgo inminente de erupción y que la medida responde a revisar los planes de contingencia para garantizar la seguridad de la ciudadanía.

Foto: José Jácome

En Notimundo al Día, Rodrigo Rosero, subsecretario general del Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), informó que el cambio a alerta amarilla en el volcán Cotopaxi se debe a una variación «muy leve» en su actividad, que inició en agosto del 2015.

Explicó que en una escala del 1 al 10, donde 1 es leve y 10 es grave, la actividad desde hace 7 años se mantuvo en 3, hasta el pasado 21 de octubre, cuando se incrementó a 3.3. No obstante, aclaró que eso no representa un riesgo inminente de erupción, pues la actividad no ha variado en gran magnitud y ahora el Instituto Geofísico (IG) se encuentra en constante monitoreo del coloso para anticipar cualquier anomalía.

Rosero destacó que tanto el SNGR como los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GADS) ubicados en las zonas de influencia, han buscado mecanismos para prepararse de mejor manera frente al proceso de actividad del volcán y se han desarrollado diferentes acciones en cuanto a planes de respuesta y coordinación ante cualquier eventualidad. Una de las principales medidas preventivas fue, precisamente, la declaratoria de alerta amarilla, para mantener y fortalecer el monitoreo y las actividades de capacitación, prevención, preparación y respuesta pertinentes.

Recordó que las zonas de influencia deben separarse en función de los riesgos volcánicos, que se dividen en 3 momentos: el primero, referente a la expulsión de flujos piroplásticos; el segundo, el descenso de lahares y finalmente, la caída de ceniza. «Lo que más nos debe preocupar es el flujo de lahares, lo que nos haría más daño en una erupción», apuntó el experto, pero aseguró que al momento no existe riesgo de que ello ocurra, pues no se registra ascenso del magma al interior del volcán.

Precisó que «es muy poco probable que en un lapso de 8 o 24 horas un volcán erupcione», y resaltó que los centros de monitoreo del coloso son de muy buena calidad, no obstante, afirmó que ahora se encuentra activo un sistema de alerta temprana, para que a su vez se activen planes de contingencia contemplados por los municipios.

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