Mientras la Contraloría busca un espacio para seguir operando luego de la destrucción del edificio durante las manifestaciones indígenas, los funcionarios de la entidad realizarán actividades de recopilación, reestructura, reconstrucción y reorganización de la información.
Una vez listos a través de informes motivados establecerán el curso normal de los tiempos legales. Al mismo tiempo, la evaluación de las pérdidas por la destrucción del edificio continúan.
Peritos especializados en incendios así como ingenieros constataron el estado de las instalaciones y esperan elaborar un informe esta semana. Los cinco pisos del edificio están afectados y todavía no hay una resolución técnica para determinar si declaran al inmueble como pérdida total y el consiguiente derrocamiento o se inicia el proceso de recuperación.
El contralor Pablo Celi informó a través de un vídeo que las pérdidas son cuantiosas, aunque no precisó una cifra. Así mismo, emitió una resolución para suspender la atención de la Contraloría, así como los procesos que venía efectuando hasta hallar un espacio adecuado para trabajar, lo que también se definirá esta semana.
Hasta el momento el Contralor ha revisado dos edificios que están bajo la administración de Inmobiliar para retomar el trabajo y la atención al público lo más pronto posible. Esto porque los auditores avanzaban 1.671 auditorías de 188 entidades públicas.
Fuente: El Telégrafo, nota original: LINK