Muñoz hizo énfasis en “elementos de descuido” como las tarjetas de aproximación del Metro, la falta de contratos firmados y la consecución de los instrumentos para el mantenimiento de los trenes, que son fundamentales por la trascendencia en la operación comercial completa.
En esta línea, también agregó que los 18 trenes, que tuvieron un valor aproximado de USD 183 millones, fueron entregados a una notaría. Es decir, no existió un acta de entrega-recepción en la que se detalle la concesión de los vagones.
Por esa razón, Muñoz dijo que no tiene claro lo que pasó pues el proveedor de los trenes “dejó un documento en una notaría diciéndoles ahí quedan los 18 trenes por 183 millones de dólares”.
.@pabelml: «No tenemos los contratos firmados ni la consecución de los instrumentos para el mantenimiento de los trenes; elementos de descuido que son fundamentales por la trascendencia en la operación comercial completa».
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— NotiMundo (@notimundoec) June 15, 2023
“Al no haber esta entrega- recepción a satisfacción, afectó los pasos siguientes para que el proveedor de los trenes pueda establecer el taller de mantenimiento y se lo haga adecuadamente”, dijo Muñoz y agregó que este problema ya se está solventando.
Asimismo, manifestó que el Metro de Quito ya cuenta con una hoja de ruta, sin embargo, añadió que esta tiene que ser administrada “milimétricamente” porque el cambio en el tiempo de uno de los elementos de los puntos críticos, por ejemplo, puede afectar la fecha de finalización de la obra.
Finalmente, Muñoz cuestionó a las administraciones anteriores y lamentó que, ante la pregunta de ¿por qué iniciaron las operaciones del Metro de Quito? le han dicho dos cosas: presiones políticas y “para poder decir que ellos han puesto en funcionamiento el Metro” pero sin darse cuenta que podrían poner en riesgo la obra más importante de la ciudad, puntualizó.
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