La aspiración de que las personas se puedan movilizar por el mundo sin restricciones es el objetivo de la ciudadanía universal. Es una propuesta que recogió Ecuador en la Constitución de 2008.

El Telégrafo

El artículo 416, numeral 6 de la Carta Magna defiende “el principio de ciudadanía universal, la libre movilidad de todos los habitantes del planeta y el progresivo fin de la condición de extranjero como elemento transformador de las relaciones desiguales entre los países, especialmente Norte – Sur”. La situación que viven los migrantes ecuatorianos en Europa y América del Norte fundamentó ese articulado.

Para el exsubsecretario de Relaciones Exteriores, Carlos Estarellas, la ciudadanía universal es un principio importante, sin embargo, no deja de ser una exhortación. “Para que existan los Estados tendrían que reunirse y decidirlo, pero unilateralmente no lo puede hacer uno solo”.

Es un anhelo cada vez más lejano cuando por ejemplo Reino Unido saldrá de la Unión Europea para blindar sus fronteras. Actualmente la Asamblea Nacional elabora una Ley de Movilidad Humana que trata temas de migración y tráfico de personas. Tiene 12 principios relacionados con la ciudadanía universal y la libre movilidad de personas.

Una de ellas es la protección a los menores de edad porque sus familiares pagan para que sean trasladados a otros países, de manera ilegal. Ecuador ha llevado el principio de la ciudadanía universal a foros internacionales. En la última reunión interparlamentaria, en Suiza, se reconoció a la Ley de Movilidad como un referente o una ley marco no solo para la región latinoamericana sino para todo el planeta. La asambleísta Alejandra Vicuña resaltó que esto fue un reconocimiento a la labor ecuatoriana.

Situación de cubanos

Ahora bien, la ciudadanía universal no significa que no hay reglas y ciertos parámetros que cumplir al momento de llegar a un país. Dadas las excelentes relaciones entre Quito y La Habana, los cubanos han tenido beneficios únicos en Ecuador. La aspiración de la gran mayoría es que desde el Ecuador se pueda llegar a Estados Unidos. Si cumplen la meta y tocan suelo estadounidense automáticamente tendrán la residencia.

Es la política de “pies secos, pies mojados” la cual establece que cualquier cubano que toque tierra firme norteamericana podrá acceder a la residencia. Fue una medida implementada durante la Guerra Fría y es la que impulsa a los balseros, de ahí su nombre. Si son encontrados en altamar son regresados a Cuba o incluso a pocos metros de la orilla. Desde la primera semana de junio, un grupo de cubanos acampó en los exteriores de la embajada de México. Querían que ese país les otorgue una visa humanitaria y que Ecuador los asista con un avión para llegar allá y luego cruzar la frontera a EE.UU.

La situación se tornó insostenible y devino en deportaciones porque estos ciudadanos ingresaron como turistas. El embajador de Cuba en Quito, Rafael Dausá, explicó que los días 9, 11 y 13 de julio fueron deportados tres grupos de 29, 46 y 47 de sus compatriotas, respectivamente. Enfatizó que el procedimiento se “hizo con apego total a las legislaciones de ambos países”. Se cumplieron los cuidados sanitarios y a su arribo a Cuba fueron trasladados a sus respectivas provincias, sin detenciones de por medio. Para el diplomático el objetivo de la medida es evitar convertir a seres humanos indefensos en víctimas de traficantes de personas.

Deportaciones son legales

El constitucionalista Jaime Velázquez considera que la forma de proceder del Gobierno ecuatoriano es la correcta, independiente de quién esté al frente. “Cuando una persona llega a otro país debe tener un status, no se puede llegar porque le viene simplemente en gana”.

Uno de los aspectos más criticados es la aspiración de que Ecuador pida formalmente a México que los reciba. Velázquez calificó eso como “una falta de consideración y una imaginación demasiado inocente”. “Con el criterio alegre de que todo ciudadano es ciudadano del mundo ningún país debería tener oficina de migración, que entre y salga quienquiera. Ningún Gobierno puede actuar en función de la protesta”, insistió el jurista. “No debe tener ningún temor, algún funcionario ecuatoriano al aplicar la ley aunque haya desacuerdos; mala suerte que sea así pero es lo que ordena la ley”.

El excanciller Francisco Carrión difiere. Si bien coincidió en que no tiene asidero legal la exigencia de los cubanos respecto a México, se opone a los destierros porque violan los tratados internacionales que ha suscrito Ecuador y las leyes internas del país. Carrión aclaró que para Ecuador no hay ciudadanos ilegales y amparados en ese concepto no se debió detener y luego devolver a los cubanos. Frente a eso, asambleístas han pedido información para analizar los procesos adoptados.

El embajador cubano dijo que los isleños ingresaron como turistas y los 90 días permitidos para su permanencia legal habían vencido. En el país el total de refugiados asciende a 60.329, según cifras de la Cancillería, el 0.89% son cubanos. El área de Legalizaciones de esta entidad, durante el primer semestre de 2016, realizó 113.912 apostillas y legalizaciones de extranjeros.