La vida del expolicía Marcelo Bonifaz cambió desde el 30 de septiembre del 2010. Bonifaz fue acusado de ser uno de los gendarmes que gritó que dispararan contra el vehículo que sacaba al exmandatario Rafael Correa del hospital de la Policía de Quito, para llevarlo hasta el Palacio de Carondelet. Él fue sentenciado a 12 años de prisión por intento de magnicidio, sin embargo, dejó la cárcel porque cumplió con los requisitos para obtener una prelibertad.
Una vez que las autoridades gubernamentales se dieron cuenta de que Bonifaz no era culpable de lo que le acusaban, en 2013 le citaron al edificio de criminalística, el ex ministro del interior, José Serrano, Santiago Andrade, el exasesor de la Presidencia de la República y Diego Ribadeneira, exasesor del exfiscal general de la nación Galo Chiriboga, quienes a nombre del Ejecutivo le propusieron que se declarara culpable y que asegurara que la revuelta del 30- S fue planificada con anterioridad por grupos políticos. A cambio, le concederían un indulto quince días más tarde, le entregarían USD 150 mil, y una visa para él, su esposa y su pequeña hija para España.
Bonifaz dijo que, si hubiese accedido al pedido de los exfuncionarios, habrían tenido un documento que les hubiese servido para inculpar a 1.100 policías y a oficiales de las Fuerzas Armadas que también se movilizaron ese día.
En su caso, los peritos y fiscales forjaron todas las pruebas para involucrarlo en el caso. La Fiscalía nunca pudo probar que él fue quien se encontraba, a las 20h05 del 30 de septiembre de 2010, en la Mariana de Jesús y Mariscal Sucre y quien blandiendo su arma dio la orden para matar al expresidente.
“Hubo dos acusados por el mismo cargo antes que yo. Nunca me llamaron a dar mi versión, yo nunca estuve en el lugar. Esa noche a la misma hora yo me encontraba en las dependencias del Grupo de Tránsito de Pichincha, ubicadas en la Robles y Tamayo, en donde me registré al igual que mi arma, pero las declaraciones de mis superiores no fueron tomadas en cuenta”, dijo Bonifaz al tiempo de dar a conocer que, en ese tiempo, el fiscal del caso, Gustavo Benítez también le pidió negociar a cambio de que se declarara culpable.
#MarceloBonifaz: “Yo era la tercera persona involucrada, entonces ya no podían equivocarse nuevamente porque se hubiera declarado la nulidad del proceso”.#30S #FraudeProcesal #NotiMundoEstelar
— NotiMundo (@notimundoec) September 28, 2019
En este moneto, Bonifaz está tramitando la acción de protección y solicitando formar parte del Sistema Nacional de Protección y Asistencia a Víctimas, Testigos y Otros Participantes en el Proceso Penal de la Fiscalía, porque ha recibido amenazas contra su vida de parte de exoficiales de la SENAIN.
También pidió al Consejo de la Judicatura actuar con celeridad y con justicia en este y en los demás casos porque hasta ahora no se ha hecho nada.
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