Édison Lima, presidente de la Asamblea Extraordinaria de Asociaciones de Jubilados y Adultos Mayores del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (Iess), aseguró que como jubilados habían previsto que se iba a dar un desfase entre el número de afiliados y la atención que brinda el Iess.
“En el 2010, debería ya haberse reunido el Consejo Directivo del Iess y proceder a aprobar un financiamiento óptimo de los afiliados y familiares, esto no lo hicieron”, agregó. Indicó que al Fondo de Salud del Iess lo han dejado con un gran déficit y que quienes vienen a ocupar las direcciones del Iess son personas que no tienen conocimiento de la seguridad social.
Lima dijo que en las contrataciones con clínicas privadas se inflan en un 300% y se han triplicado los valores. “Nosotros pedimos que los asambleístas estudien la fiscalización de la Dirección de Salud, para que, luego de revisar toda la información, se busque la solución para la atención oportuna”, expresó.
Además, denunció que del Iess han salido los mejores profesionales en medicina en perjuicio de la salud. “Tiene que haber un estudio tripartito: el Estado, el Gobierno y los afiliados para que se pueda dar una atención de seguro de salud que se merecen los afiliados”, dijo.
Por su parte, Geovanna León, directora provincial del Iess en Pichincha, dijo que el cierre de contratos con las clínicas privadas no es una decisión que se tomará de un día para el otro, que forma parte del fortalecimiento del Iess. “Con los hospitales del Iess, que se inaugurarán en 2016, estas derivaciones tendrán que ir disminuyendo”, comentó.
León criticó que el problema con estos establecimientos es que algunos de ellos dicen que no pueden atender a las personas que llegan, que no tienen camas porque son pacientes derivados del Iess. “Había intereses de ciertos grupos a quienes no les interesaba mejorar la atención interna. El cierre de prestación de servicios con las clínicas privadas no es inmediato”, manifestó.
Para finalizar, Pablo Iturralde, director del Centro de Derechos Económicos y Sociales, aseguró que la Asociación del Clínicas Privadas habla de una deuda de 400 millones de dólares; sin embargo, él considera que no se puede abandonar los contratos con clínicas privadas, sin antes desarrollar estructuras y sin garantizar la oferta de médicos especializados.
“Me parece un periodo muy corto, pasar de un momento a otro, y ofrecer todas las atenciones por el Seguro Social, esto ha sido presionado, también, por la falta recursos para cancelar los pagos”, acotó.