Marianne Van Steen, delegada de la Unión Europea en Ecuador, en entrevista para Notimundo a la Carta con Marcela Holguín, habló acerca del acuerdo comercial multipartes firmado este viernes entre Ecuador y la Unión Europea.

Marianne Van Steen, delegada de la Unión Europea en Ecuador, en entrevista para Notimundo a la Carta con Marcela Holguín, habló acerca del acuerdo comercial multipartes firmado este viernes entre Ecuador y la Unión Europea. La encargada destacó la importancia del convenio que, asegura, “hará ganar a todos”.

Se destacaron puntos importantes, entre ellos, el acceso preferencial de exportadores a Europa, el cual consiste en una consolidación y una mejora del existente. Los productos industriales y de pesca ingresarán sin impuestos a los 28 países del Viejo Continente.

En cuanto a los productos agrícolas, la situación se torna distinta, ya que cuentan con un desarrollo y producción diferente que el Ministerio de Comercio intenta proteger. Estos no serán incluidos en el acuerdo. «El hecho de que no habría el acceso preferencial para los productos ecuatorianos es algo que no podemos cambiar, es una decisión tomada hace dos años y no había plan B”.

El sector automotriz, por su parte, deberá tener paciencia todavía, ya que las desgravaciones para alcanzar el “arancel cero”, tendrán un período de transición de siete años.

La alianza se pondrá en vigencia a partir del 1 de enero del próximo año, tras una primera discusión a finales de este mes, en el cual INTA, el comité encargado de tratar todos los asuntos referentes a comercio exterior, preparará el documento que se analizará en el Pleno del Parlamento Europeo entre el 12 y 15 de diciembre.

Van Steen asegura que, a pesar de que los tiempos están apretados, todos los puntos se encuentran ya en la agenda. “Yo tengo bastante confianza que en las reuniones que van a tener lugar a finales de este mes, y en el Pleno, vamos a tener una mayoría y vamos a entrar en rigor en primero de enero”.

Asegura también que por parte de la Unión Europea, hubo una voluntad muy grande por ayudar a Ecuador, sobre todo tras el terremoto suscitado el pasado abril. “No es el momento para castigar a este país, es el momento de ayudar un poco”.

La funcionaria sostiene que tras la puesta en vigencia del acuerdo comienza el trabajo duro por parte de todos los exportadores ecuatorianos para aprovecharlo al máximo. Explica también que se debe tener en cuenta que el mercado europeo es muy particular y sus necesidades deben ser analizadas y comprendidas para ofrecer la gama de productos y a su vez mejorarla.

El tratado no sólo beneficia al comercio, sino también asegura un marco jurídico estable que otorga confianza entre las partes, además de crecimiento, desarrollo sostenible y generación de empleo, dijo. Asimismo, explica la comisionada, «va a haber más inversiones en el país, estas inversiones van a estar acompañadas de transferencia de tecnología sobre todo en las pymes (pequeña empresa) que utilizan esto; ellos van a poder usar nuevas tecnologías para ir un paso más adelante (…) y ampliar un poco la matriz productiva”.

De esto no sólo se beneficia el país sudamericano, pues los países europeos obtienen provecho de la  importación de materia prima, que a su vez permite una mejora en los productos de exportación ecuatorianos además de la ganancia de un nuevo aliado.