Más de 1.000 policías se incorporarán desde mayo en las labores de seguridad en Quito. En Notimundo al Día, Juan Zapata, ministro del Interior, explicó que esa es una de las medidas para combatir la delincuencia en la capital, que se suma a la adquisición de nuevos chalecos antibalas y la repotenciación de las 36 Unidades de Policía Comunitaria.

Foto: Ministerio del Interior

En Notimundo al Día, Juan Zapata, ministro del Interior, explicó que habrá un incremento del 29% de la presencia policial en Quito, con la incorporación de 1.126 nuevos efectivos para los ejes preventivo, investigativo y de inteligencia en la capital.

Indicó que las 36 Unidades de Policía Comunitaria (UPC) que existen en la ciudad, y que van a ser repotenciadas con el compromiso del alcalde electo, Pabel Muñoz, podrán contar con los policías necesarios las 24 horas del día para que den asistencia a la población. Los uniformados también serán destinados a las zonas comerciales, donde ocurren gran cantidad de delitos, especialmente el robo.

Zapata informó que en la reunión del pasado miércoles 25 de abril, junto con el nuevo Burgomaestre y las autoridades de la fuerza pública, se estableció que cada semana se reunirán las autoridades encargadas del área para dar seguimiento a las estrategias establecidas. Además, recordó que Quito cuenta con la tasa de seguridad que bordea los USD 10 millones, y que será destinada para la lucha contra el crimen en la ciudad.

Aclaró, además, que estas acciones en conjunto con el Municipio no son el único esfuerzo que se hará en pro de la seguridad, pues desde la Policía también existe un plan de adquisiciones que se está ejecutando a nivel nacional, con acciones como la repotenciación de 1.500 patrulleros y la dotación de chalecos antibalas, que serían entregados en su totalidad en cerca de 2 meses. Adelantó que el próximo 8 de mayo llegarán 24 millones de cartuchos (municiones) para dotar de las herramientas necesarias a los policías, especialmente a los cerca de 8.000 que se graduarán este año.

Otra de las estrategias acordadas con Muñoz es un mayor control de los establecimientos comerciales que funcionan como centros de operaciones del microtráfico, para que se revisen los permisos vigentes y el tipo de actividad comercial que desempeñan.

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