Vivimos en una sociedad rodeada de consumo. Día a día realizamos una misma acción: adquirimos y desechamos. Nos preocupamos siempre en adquirir bienes de nuestra preferencia pero mayoritariamente desechamos sin ningún tipo de parámetros. En el caso de nuestra ciudad, los quiteños producimos alrededor de 2.000 toneladas diarias de basura y de ellas, el 55 por ciento son desechos orgánicos, es decir, desperdicios de verduras, frutas, comestibles, etc.

Agencia de Noticias Quito
Hasta hace poco, la ciudad no tenía una política clara para tratar adecuadamente la basura. Poco a poco se han generado acciones concretas para disminuir la cantidad de basura, una de ellas es el reciclaje.
La Municipalidad creó los Centros de Educación  y Gestión Ambiental (CEGAM) que cubren las zonas: Tumbaco-Cumbayá, Centro Histórico-Norte, La Delicia y Eloy Alfaro. En estos espacios trabajan alrededor de 60 personas que se dedican a recoger los diferentes materiales que pueden ser reciclados como es el caso de papel, cartón, plástico, botellas y chatarra.
Desde enero del 2015 la Empresa Metropolitana de Gestión Integral de Residuos (EMGIRS) se encarga de gestionar estos centros de reciclaje con el apoyo de EMASEO. Al momento con los CEGAM ya se recicla un 2 por ciento y se espera que este año suba al menos a un 5%. En otros países del mundo queman la basura y producen energía. Los plásticos tienen un valor calórico de 5.500 kilocalorías, el diesel 9.000 kilocalorías. Las cementeras de Europa utilizan el 60% de residuos.
Cada persona produce diariamente en promedio 0.86 kilos de basura. Entre el 50 y 55 % de residuos que produce la ciudad son orgánicos, eso está relacionado con el poder adquisitivo de una sociedad. Mientras mayor capacidad adquisitiva tenga una persona, la cantidad de orgánicos baja. La meta es bajar hasta el 2019 en un 5% la producción de residuos. De esta manera se puede extender el uso del relleno sanitario.
Santiago Andrade, gerente de operaciones de la EMGIRS, señaló que  hay que optimizar las áreas del relleno sanitario del Inga y en cumplimiento del plan maestro elaborado por la Secretaría de Ambiente, EMASEO y EMGIRS se busca reducir la producción de residuos per cápita en la ciudad. El Municipio trabaja en la búsqueda de un socio estratégico para lograr la transformación de los residuos orgánicos e inorgánicos.
En el caso del CEGAM del Centro Histórico – Norte se recopila 45 toneladas mensuales entre 18 personas. Ellos se encargan de recolectar el material y luego lo clasifican. Diferentes tipos de papel, por el color de botellas, las tapas, etiquetas y luego las compactan. Le dan valor agregado a la mercadería con esta clasificación, así todos cobran un salario básico y tiene afiliación al seguro social.
Isabel Tipán, presidenta de la Asociación Buena Esperanza Pichincha de la Zona Centro indicó que antes minaban las fundas, eran independientes, no eran organizados. Hoy trabajan 18 personas, 4 hombres y 14 mujeres, la mayoría son de tercera edad, ellos trabajan desde las 8:00 y encuentran más cantidad de material en las empresas grandes y  construcciones.
Otro de estos centros se encuentra en la avenida Eloy Alfaro y Aceitunos, también un predio municipal que colabora con servicios e instalaciones y los camiones para  trasladar el material reciclado. Este sitio produce 42 toneladas de material reciclado y son entregados directamente a las empresas que requieren elaborar ropa, nuevo papel, acero entre otras cosas. Un kilo de pets (botellas plásticas) cuesta 75 centavos.
Miryam Simbaña, gestora del norte, dijo que “todos los días entran a las 6 de la mañana a reciclar en el Condado Shopping, luego van a la bodega a la clasificación. Pide a la ciudadanía que colabore haciendo la clasificación en casa: botellas, pets, plásticos latas de atún, cartón y plástico que es el material que más demanda las fábricas. Antes trabajan en escombreras cada uno por su lado, ahora ganan igual sin discriminación y están más tranquilos”.
En la presente administración municipal se ha dado un enfoque especial al tratamiento de desechos sólidos por eso se generaron nuevos  proyectos  como: la construcción de un nuevo cubeto para el relleno sanitario y la optimización del mismo, crematorio de mascotas, en pruebas la planta de separación de residuos sólidos y la planta que generará energía mediante el aprovechamiento del biogás. Tecnología de punta por el bienestar de los quiteños.