Los diversos cuestionamientos que se han hecho en torno a los consejeros presidenciales Ad-Honorem motivaron a Roque Sevilla a dimitir del cargo. En Notimundo al Día, el exalcalde de Quito reconoció que es importante la asesoría, pero no es necesario el nombramiento.

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En Notimundo al Día, Roque Sevilla, exconsejero presidencial Ad-Honorem, señaló que su renuncia al cargo respondió, principalmente, a las críticas que se han generado en torno a estos cargos honoríficos en el Gobierno de Guillermo Lasso, que están bajo investigación de la Comisión de Participación Ciudadana de la Asamblea Nacional, encabezada por el legislador correísta Ferdinan Álvarez.

«Hablé con el Presidente y me parecía que, por delicadeza, debía plantearle la posibilidad de mi renuncia, dada la crítica que se hizo», apuntó el también exalcalde de Quito. Asimismo, recordó que a lo largo de su trayectoria política ha asesorado a distintos gobiernos, como el de Rafael Correa, donde estuvo a la cabeza de la Comisión Yasuní ITT por un año y medio de forma gratuita. «Allí no hubo crítica alguna e hice exactamente lo mismo», añadió.

Recordó que toda su vida ha estado dedicado a temas ambientales, por lo que aceptó la invitación a asesorar al Presidente Lasso en esa área, sin embargo, debido a los numerosos cuestionamientos «de carácter político» a dichos cargos decidió dar un paso al costado. Sevilla destacó que los logros de su asesoría se reflejan en la protección de la reserva marina de Galápagos, iniciativa que recibió el apoyo de Costa Rica, Panamá y Colombia, los cuales están próximos a anexarse a la declaratoria de Ecuador.

Otro tema en que se centró su consejería es el aprovechamiento del mercado voluntario de carbono, pues el país tiene el 51% de su superficie cubierta de bosques naturales, así como de páramos que absorben este elemento químico. Por ello, la iniciativa que planteó buscaba dar mayores ingresos a las comunidades aledañas a estas zonas.

Frente a los cuestionamientos de su participación en la empresa Gransolar, la cual se adjudicó un proyecto de energía fotovoltaica en las islas Galápagos, explicó que es un accionista minoritario, «lo cual es perfectamente conocido». Recalcó que esta es una planta que existe desde 2015 donde fue adjudicada durante el gobierno de Correa y fue declarada como «la más eficiente del mundo». «Está en la provincia de Imbabura, y es un ejemplo de buen manejo de energía solar», sostuvo.

Insistió en que «para evitar suspicacias» presentó la renuncia al cargo. Además, aclaró que nunca mantuvo contacto con los otros consejeros Ad-Honorem, sino exclusivamente con la Presidencia y el Ministerio de Ambiente.

Finalmente, recordó que durante su gestión como Alcalde de Quito también se asesoró con especialistas en diversos temas. No obstante, sostuvo que no considera necesario el nombramiento honorífico de consejeros. «Se llama y se consulta, pero no por eso se podría decir que hay actos de corrupción», puntualizó.

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